sábado, 9 de enero de 2010

ALCANTARILLA/ «Fue inmovilizado y apuñalado»Los García, en el banquillo

Alicia Negre/ Murcia/ la Verdad
El fiscal cree que, tras una pelea en Alcantarilla, le asestaron 4 puñaladas a Óscar Orenes y otras 7 a su hermano Francisco, que logró salvarse
Piden 115 años a cinco miembros de una familia por la muerte de un joven en 2007
La trágica muerte del joven Óscar Orenes, que hace más de dos años conmocionó a su Alcantarilla natal, llega la semana próxima a los juzgados. Los hermanos Antonio y Juan G. F. y sus primos Antonio G.S., Antonio y Eduardo G. B., todos ellos vecinos de la localidad, se enfrentan, cada uno de ellos, a una pena de 23 años de prisión por acabar presuntamente con la vida de Óscar, de 18 años, y por tratar de matar también, supuestamente, a Francisco, su hermano. Tres de los implicados ya cargaron la culpa, durante la investigación, a Eduardo G. B., su primo. «Vi como limpiaba la navaja en su camiseta».
Los hechos que serán juzgados el martes y miércoles en la Audiencia Provincial ocurrieron en la madrugada del 9 de agosto de 2007. Óscar y Francisco se tomaban la última copa en el bar Mustafá de Alcantarilla. Tres de los acusados se cruzaron en el local con los hermanos Orenes, sus antiguos vecinos. En el intercambio de saludos, explica el fiscal, se produjo una fricción entre ellos, que derivó en una pelea entre los cinco. Los vigilantes de seguridad lograron contener el tumulto, pero los acusados llamaron a dos primos más -Eduardo y Antonio G. B.- y entonces ya no hubo forma de parar la riña.
«Reducido e inmovilizado»
La unión hace la fuerza o, eso debieron de pensar los agresores que, avivados por su superioridad numérica, «se desplegaron concertadamente hacia donde se hallaban los hermanos Orenes en una espiral de finalidad letal», arrinconándolos en la zona de los aseos. La pelea se convirtió en una lluvia de vasos, botellas y taburetes.
Conforme iban avanzando los minutos, los acusados se escindieron en dos grupos. Entre varios, consiguieron reducir e inmovilizar a Óscar de tal forma que quedara expuesto para presuntamente recibir las puñaladas de Eduardo G. B., tal y como sostiene el Ministerio Público. Hasta cuatro 'pinchazos' llegó a asestarle supuestamente el acusado antes de que Óscar pudiera zafarse y lograra salir a la calle. Su camino, en busca de auxilio, sólo le llevaría 80 metros más allá. «¡Me han herido, hermano, llama a la ambulancia!», clamó a un desconocido, antes de morir sobre la acera.
Su hermano Francisco, mientras tanto, se debatía con todo el grupo que, ante la huida de Óscar, había centrado en él su interés. En esta ocasión, también fue presuntamente Eduardo G. B. el que empuñó, según el fiscal, el arma homicida. El joven le asestó siete puñaladas hasta que decidió dar una voz y huir de la zona. «¡Vamonos, vamonos, que le he pinchado!», gritó. A Francisco, que logró salvar la vida al ser evacuado en el coche de un amigo, le han quedado cicatrices y un estrés postraumático como recuerdo de aquella noche, en la que perdió a su hermano.
El fiscal solicita para cada acusado 14 años de prisión por el homicidio de Óscar y 9 años por la tentativa de homicidio a Francisco.

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