Las gestiones se centran ahora en lograr un acuerdo de los 232 propietarios del barrio de San Fernando para volver levantar sus edificios
El 80% de los vecinos del barrio de San Fernando están a favor de reconstruir sus edificios y de que sea una Unión Temporal de Empresas, UTE, la que se encargue de ello. Esa UTE estaría ya elegida, aunque no cuenta aún con el beneplácito de un 20% de las familias que vivían en ese lugar. El barrio de San Fernando es un ejemplo, pero hay otras comunidades de vecinos que están pendientes de acuerdo entre sus propietarios para poder iniciar su reconstrucción.
La Concejalía responsable de coordinar la resconstrucción está gestionando actuaciones tendentes a posibilitar acuerdos entre los propietarios de la comunidades de vecinos. Hasta el momento ha ayudado a más de 160 comunidades y se han atendido unas 48.000 solicitudes de información sobre temas relacionados con los seísmos.
Las discrepancias entre los vecinos de un mismo edificio surgen no solo por el proyecto o la empresa a contratar, sino también por el presupuesto y por los cambios que se quieren introducir en la fisionomía del nuevo edificio. En otras ocasiones, también han surgido problemas al encontrarse con uno o varios vecinos que no quieren reconstruir.
El alcalde ya anunció en marzo pasado que habría expropiaciones forzosas para quien no quiera reconstruir su vivienda. La primera se produjo en la avenida de Santa Clara, en un inmueble que fue derribada por el terremoto. Uno de sus propietarios se oponía a la reconstrucción. El Ayuntamiento ordenó su expropiación forzosa para garantizar la reedificación del edificio. Fue expropiada la parte alícuota del vecino que no quería reconstruir y el resto de propietarios del inmueble asumieron esa parte, con el objetivo de que el edificio pueda volver a ser levantado. Las discrepancias entre vecinos tenían bloqueados los procesos de reconstrucción de más de cuarenta edificios.
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