Los novillos de Cebada Gago protagonizaron una carrera limpia, veloz y sin incidentes
09.09.12 - 00:45 -
LA VERDAD |
El sexto y último encierro de Calasparra, el del día de la patrona, Virgen de la Esperanza, congregó ayer a más de 25.000 personas, según el concejal de Seguridad y Festejos, José Vélez. Fue la despedida a los grandes encierros taurinos.
Desde las nueve de la mañana ya no cabía un alfiler más en el recorrido. Vallas, balcones, terrazas y ventanas se llenaban de público ansioso de disfrutar del último encierro, y de ver las carreras que una hora después regalaron los cientos de corredores locales y foráneos que se extendían por todo el recorrido. Especialmente, a partir de la conocida curva de Pepón y en el último tramo a la plaza.
Fue un encierro limpio y veloz. Dos minutos con 26 segundos tardaron los novillos de Cebada Gago en hacer la carrera hasta la plaza. Los astados corrieron en bloque y de manera noble, ofreciendo el bello espectáculo que cabía de esperar. Al término, el concejal de Festejos y Seguridad, José Vélez, se mostró satisfecho del transcurso de los encierros. «Terminan con balance positivo, ahora viene la reflexión y empezar a trabajar por los encierros del próximo año».
Ya en la plaza de toros, llena casi por completo, el Ayuntamiento hizo entrega, a través de la Comisión Organizadora de los Encierros, de los premios del sorteo de los bonos y, como ya es costumbre, el alcalde, Jesús Navarro, fue manteado mientras, en nombre del Ayuntamiento, recibía un sonado aplauso.
Las fiestas continuaron durante el resto de la jornada con diversos actos. A las once se celebró la eucaristía en honor a la Virgen de la Esperanza y, por la tarde, a las seis y media, se celebró la novillada con Diego Fernández, Luis Miguel Castrillón y Tomás Angulo.
Por la noche, Amaral puso el broche musical con un multitudinario concierto en La Caverina, dentro de la gira de su último álbum, 'Hacia lo salvaje'. Fue el único concierto que la banda tiene previsto ofrecer en la Región.
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