La Policía irrumpe en una casa de Los Nietos donde lo encerraron tras un primer cautiverio en Alicante y detiene a seis narcos de un clan familiar
J. A. P. / J. A. G. / A. S. | CARTAGENA / ALICANTE/ la Verdad
Tenía ya el rostro y el pecho magullados de tanto golpe, y la tensión iba subiendo de grado conforme pasaban las horas. Pero, afortunadamente, los agentes irrumpieron a tiempo en la vivienda donde lo tenían encerrado y pusieron fin a un violento y, por momentos, alocado cautiverio. Efectivos de la Comisaría de Policía Nacional de Cartagena liberaron anteayer a un joven de veinte años, vecino de la barriada Virgen de La Caridad (conocida como Las Seiscientas) que había sido secuestrado presuntamente por una deuda relacionadas con la venta de droga al menudeo.
Según fuentes cercanas a la investigación consultadas por 'La Verdad', la familia del joven había denunciado la desaparición de éste dos días antes. Los agentes iniciaron en ese momento una operación para tratar de recabar información que les condujera hasta los captores.
Las mismas fuentes señalaron que, según los datos recabados, la víctima tiene relación con el trapicheo de drogas en la ciudad y los secuestradores, al parecer miembros de un clan familiar de etnia gitana dedicado a estas actividades ilegales, le reclamaban el pago de varios miles de euros.
Golpes en la cara y el pecho
Los secuestradores se llevaron primero al joven, cuya identidad no ha trascendido, a Alicante. Posteriormente, lo trasladaron hasta una casa de la diputación cartagenera de Los Nietos, en la ribera del Mar Menor. Tras una serie de pesquisas, que incluyeron vigilancias, los agentes lograron determinar el lugar exacto en el que se encontraba y decidieron entrar por la fuerza en el inmueble para liberarle.
La víctima tuvo que recibir asistencia sanitaria por diversas heridas en la cara y el torso, consecuencia de la paliza a la que le sometieron sus captores. Los policías detuvieron en el acto a dos personas implicadas en el secuestro, si bien anoche, al cierre de esta edición, ya habían arrestado a otras cuatro por su presunta relación con los hechos.
Según las fuentes consultadas, entre los arrestados (que hoy serán puestos a disposición del juez de guardia) hay conocidos de la Policía por sus vínculos con el tráfico de drogas en la ciudad.
Como anécdota, uno de los detenidos fue trasladado hasta los calabazos de Cartagena después de pasar por el juzgado de guardia de Alicante acusado de un robo con fuerza en una vivienda. El cotejo de sus huellas dactilares con las que dejó por descuido en la casa le merecieron la acusación de un robo cometido dos meses antes.
Al parecer, subió por los balcones hasta un segundo piso y desvalijó un casa, aunque aseguró al juez no recordar nada porque, según su versión, en ese momento fumaba mucho hachís y tomaba pastillas. Hoy se sienta ante otro juez, pero por un secuestro.
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