domingo, 5 de diciembre de 2010

El Lorca gana de penalti y el Murcia termina el partido con ocho

El Murcia deja escapar tres puntos en su visita al Lorca en el primero de sus tres derbis consecutivos
EVA FRANCO.-
Un Real Murcia enloquecido se dejó en el Artés Carrasco buena parte de sus principios: dominio, ocasiones y goles. La plantilla grana no fue ese equipo superior capaz de dominar al rival, que maneja los tiempos y antes o después termina decidiendo. Ni jugó, ni supo cómo acabar con el atasco que le planteó el rival en cada pase, en cada jugada. Y de paso dejó los tres puntos a un Lorca que le saben a gloria

. En el estadio lorquino se celebró como una gran victoria, con su entrenador, Benigno Sánchez, jaleando a la grada una vez finalizado el partido. Porque si hay un rival al que todos desean ganar esta temporada ese es el Real Murcia. Ayer fue el día del Lorca aunque hoy la plantilla tenga que seguir sufriendo para sumar en su modesta lucha por mantener la categoría y evitar la zona más baja de la tabla.
El panorama fue muy negro para el Real Murcia. Tanto que ni las abultadas victorias ni las goleadas anteriores son capaces de disipar las dudas que genera el equipo en ocasiones puntuales, cuando debe de sacar su perfil de líder indiscutible. En un campo que no es pequeño y contra una plantilla menor perdió su segundo partido esta temporada. Dejó escapar el liderato, que otra vez está en manos de un Sevilla Atlético que sólo había empatado, y terminó desquiciado con ocho jugadores sobre el terreno de juego. Expulsiones absurdas, descontrol total. Falta de ideas. Nada de carácter. Nada de aplomo.
Pero lo peor de la jornada no fue ni la derrota ni bajar al escalón de la segunda plaza. El Murcia dejó un partido doloroso por su escasa capacidad para dominar el juego, controlar a su rival y marcar las diferencias. No tuvo ocasiones, apenas llegó a puerta y terminó con tres expulsados. Abraham fue el primero. Una tarjeta roja absurda y reincidente que el equipo grana no se puede permitir en más ocasiones.
Después fue Óscar Sánchez el que tuvo que marcharse del campo tras la segunda amarilla y para terminar con el desconcierto general Kike también vio dos amarillas poco antes de que el árbitro pitara el final. El Real Murcia parecía un novato. Un equipo incapaz de controlar la situación.
Y la situación fue aún peor. Porque tras una primera parte gris y sin ocasiones, en la que sólo un cabezazo de Iván Amaya y un remate alto de Chando sumaron algo al ataque, el Real Murcia tuvo el partido perfecto para rematar a su rival cuando el árbitro decidió expulsar a Sebas.
La irregular plantilla lorquina, que hasta ese momento había puesto mucha lucha para taponar al rival y dos intentos de Quintero ante la meta de Alberto, tenía que jugar toda la segunda parte con uno menos.
El panorama parecía perfecto para el Real Murcia. Difícil de enderezar para el Lorca. Pero la plantilla grana se empeñó en tirar su partido, su jornada y su liderato. No sólo no dominó ni aplastó al Lorca, sino que además Abraham puso más equilibrio para los locales al ver la roja directa.
Seguía el partido atascado y seguían sin llegar las ocasiones. Nadie disparaba a puerta con claridad y salvo Cañadas en un lanzamiento de falta, un intento de Aquino y un remate de Chando, el Murcia no dio ninguna sensación de poder marcar. Tampoco el Lorca, que sólo había rematado con un intento de Aarón.
Un partido así sólo se podía decidir por un penalti y cayó del lado lorquino. Se lo pitaron a Óscar Sánchez y Jaime lo subió al marcador. El Lorca vivía un sueño. Por delante y con un rival anulado. El Real Murcia estaba obligado a remontar y superar una prueba necesaria si quiere aspirar a algo más serio en esta categoría. Pero ayer el equipo no estaba para nada y el gol no hizo más que empeorar la situación.
Los grana no reaccionaron, no encontraron su sitio y nunca llegaron a inquietar a un Lorca que luchó con voluntad por quedarse con los puntos.
Al Real Murcia se le siguen atragantando los derbis. Ni jugó bien en Yecla, donde terminó empatando tras ir por detrás en el marcador, ni supo leer el encuentro en Lorca. El panorama no es muy alentador. De aquí hasta las vacaciones de Navidad se verá las caras con el Caravaca y el Jumilla.
El objetivo es recuperar el liderato antes de terminar el mes y el primer puesto pasa por saber ganar a los equipos más modestos que se juegan la vida cada vez que se enfrentan al Real Murcia.

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