OLGA LÓPEZ TORRES/ La Opinión
Un incendio declarado anoche en un bazar chino ubicado en la calle Floridablanca de Murcia obligó al desalojo de una decena de vecinos del edificio situado encima del local, donde hubo que atender a dos personas, una, la vecina del primer piso, por inhalación de humo y otra, la mujer del dueño del local, por un desmayo. Además se produjeron daños materiales.
Minutos antes de las nueve de la noche, el Centro de Coordinación de Emergencias remitió una llamada a los Bomberos alertando de que un establecimiento en el barrio del Carmen estaba ardiendo. Tres vehículos de Bomberos del Parque Infante –dos de bomba tanque y el de escala que siempre acude cuando hay viviendas encima del lugar del incendio–, con catorce efectivos, acudieron al aviso y desalojaron a ocho vecinos del edificio de cinco plantas situado justo encima del local en llamas. Ante la magnitud del incendio, los bomberos tuvieron que pedir refuerzos, y un vehículo cisterna se trasladó hasta la calle Floridablanca para sofocar el fuego.
Una pareja de ancianos de casi noventa años, que se encontraban en su vivienda de la quinta planta y tenían problemas de movilidad, no abandonaron el bloque porque no corrían peligro de que las llamas alcanzaran su piso. Un bombero accedió a la vivienda de los ancianos y les acompañó para tranquilizarles y sacarlos de la vivienda si la situación se complicaba.
Aunque aún se desconocen las causas que originaron el incendio, al parecer podría haberse desencadenado o bien en el interior del bazar chino o en la planta de arriba, entre los cables del falso techo perteneciente al edificio.
El dueño del establecimiento donde se declaró el incendio indicó que no sabía las causas del mismo, aunque relató que «el fuego estaba en la zona de los artículos de cocina».
Los vecinos desalojados esperaban anoche en la calle que los bomberos les informaran de si sus casas habían resultado dañadas en el incendio y de si podrían entrar a dormir. «Vaya regalo de Papa Noel», comentaba irónicamente una de las vecinas, que explicaba que su piso está en la primera planta, «y puede que las llamas lo hayan alcanzado», decía preocupada junto a su hijo adolescente.
Otro vecino, Fernando Fuentes explicaba cubierto con una manta que «no sabemos qué ha pasado, hemos salido corriendo de casa sin coger nada y ni siquiera sabemos si dormiremos en nuestros pisos o dónde nos mandarán».
«Si quieren pueden esperar dentro del coche de Policía», les recomendaba uno de los agentes de Policía Local que colaboraban con los bomberos regulando el tráfico y atendiendo a los afectados.
Pasadas las once de la noche los Bomberos continuaban en el lugar del incendio finalizando las tareas de extinción.
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