MURCIA/ Desesperación por los robos de cobre

El Ayuntamiento ha cuadruplicado la partida para reposiciones de materiales; la variante de Sangonera la Verde continuará a oscuras

La Verdad

Los robos de cable de cobre se han multiplicado en los últimos dos años, aunque este verano se han recrudecido. En julio y agosto, la Concejalía de Obras y Servicios ha denunciado 30 robos en El Ranero, Llano de Brujas, Guadalupe, Monteagudo, Churra, Casillas, Espinardo, El Palmar, Sangonera la Verde y Cañadas de San Pedro. El Ayuntamiento, que venía destinando en los últimos dos años entre 100.000 y 120.000 euros a la reposición de materiales de cobre, ha tenido que cuadruplicar el presupuesto para 2012, pues ya se han gastado más de 300.000 euros.

El concejal de Obras y Servicios, José Arce, denunció a través de 'La Verdad' que estos robos pueden ser obra de bandas organizadas y confía en que la coordinación de la Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil pueda dar pronto sus frutos y detener a los autores. La situación es, según Arce, frustrante, hasta el punto de que el Ayuntamiento ha decidido no reponer instalaciones; en algunos casos, incluso han sido robadas hasta tres veces tras su sustitución. Es el caso de la variante de Sangonera la Verde, que lleva ya semanas a oscuras, sin que haya podido restablecerse el alumbrado público. Y continuará así, de momento.

Arce indicó que en el carril bici del río, en el tramo comprendido entre Rincón de Beniscornia y La Contraparada, los cacos se han llevado 14 columnas enteras del alumbrado y han desmontado transformadores eléctricos y luminarias. Solo hay iluminación en el tramo entre Manterola y Rincón de Beniscornia. En la garita de la Entidad de Conservación del Polígono Industrial Oeste también se llevaron el cable de la barrera. En el jardín de la calle San Antonio de Murcia y en el de la urbanización Monteazahar, en Beniaján, desaparecieron luminarias LED. «En estos casos, fue a plena luz del día, porque hay testigos que vieron una furgoneta blanca y personas con monos de trabajo cargando con ellas, como si fueran los operarios de la empresa de mantenimiento», expone el edil.

Pero no solo se han incrementado los robos de cobre en alumbrado, sino los de arquetas, tapas de registros y compuertas de acequias, rejillas de saneamiento y alcorques... Todos ellos suelen venderse como chatarra al peso. «Hemos intentando medidas correctoras, como soldar arquetas de rejilla, pero las revientan igual. A plena luz del día. Desde luego, el puente de agosto ha sido criminal, porque muchos robos detectados se hicieron aprovechando que la gente estaba de vacaciones», apunta Arce, quien no achaca la situación a la escasez de medios policiales: «No puede haber un policía en cada carril de huerta».

El método que utilizan los rateros para arrancar el cable de cobre es, según Arce, similar en los robos. «Llevan coches con remolques y, armados con una cizalla, van cortando los cables y los atan a la bola de acero del coche; así pueden sacar cientos de metros de un tirón». El valor de la reposición del cable sustraído y del resto de instalaciones en este año supera ya los 300.000 euros, y la Concejalía informa de que habrá actuaciones que no podrá solucionar este ejercicio. «Hace dos años, los robos de materiales podían considerarse sostenibles para el presupuesto de la Concejalía, pero es que, en los últimos meses, se ha incrementado exponecialmente el número de denuncias y, en consecuencia, el presupuesto a invertir».

Problemas con el suministro

Urbanizaciones como la de Cañada Real, en Sangonera la Seca, o Los Girasoles, en Sangonera la Verde, han tenido problemas en el suministro por el robo de cable en el alumbrado. Los últimos robos se han detectado en zonas de El Puntal y de Espinardo, la semana pasada. El Consistorio se compromete a la reposición de los materiales, aunque, según Arce, «estamos haciendo un sacrificio grande, quitando de aquí y de allá para poder atender todas las necesidades, pero el problema es que vuelven a llevárselo y estamos en las mismas».

El Ayuntamiento espera que se endurezca la represión del robo de cobre y que en las penas por este lucrativo negocio se tenga en cuenta la agravante de hurto relacionada con el quebranto de un servicio público.