domingo, 8 de mayo de 2011

CIEZA/ Una granizada arrasa los frutales y deja en el aire miles de jornales

La Comunidad está evaluando los daños provocados por la tormenta y pedirá al Gobierno central ayudas para los agricultores 


08.05.11 - 01:50 - 



Una inesperada tromba de granizo sorprendió ayer a parte del norte y centro de la Región provocando cuantiosos daños en los cultivos. La tormenta apenas duró una hora, pero ha supuesto un duro golpe para los agricultores murcianos, que han visto cómo se echaba a perder parte de su producción. El temporal, que no obligó a cortar ninguna carretera pero sí ralentizó el tráfico en algunas zonas, afectó principalmente a Abarán, Cieza, Blanca, Calasparra, Mula, Cehegín, Pliego y Bullas. Los agricultores ya comenzaron ayer a cuantificar las pérdidas, que son muchas.
El granizo hizo mucho daño a los frutales de Abarán y Blanca, ya que arrasó con más del 80% de las cosechas de nectarina, albaricoque, melocotón y uva de mesa. Y precisamente cuando apenas acaba de comenzar la campaña de recogida. Las pérdidas ponen en peligro también los trabajos de miles de jornaleros que estos días estaban empleados en el campo. Los parajes más afectados son El Boquerón y el Campo de Blanca.
El presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, quiso ayer calibrar los daños agrícolas de primera mano y visitó, junto al consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, varios municipios afectados. En su recorrido por varias de las fincas cuyos cultivos resultaron más perjudicados por el pedrisco, Valcárcel anunció que pedirá al Gobierno central ayudas para los afectados.
«Ya no existe la figura de zona catastrófica, aunque el Gobierno central sí puede elaborar un decreto en función del cual se atienda a los agricultores a través de determinadas acciones, como la rebaja de módulos fiscales y las indemnizaciones por los daños ocasionados a la madera del árbol». Por ello, apuntó el presidente, «vamos a pedir que urgentemente se elabore ese decreto para que se indemnice a quienes han sufrido los daños causados por esta tormenta». Cerdá también se desplazó ayer a Abarán para calcular, junto a un grupo de agricultores, los daños causados por la tormenta.
También la candidata socialista a la presidencia de la Comunidad, Begoña García Retegui, decidió ayer alterar su agenda electoral para estar al lado de los agricultores afectados, concretamente aquellos de la comarca del Río Mula. «Los socialistas estamos junto a los cooperativistas y agricultores. Junto a nuestro candidato en Pliego, Pedro Noguera, nos hemos unido a la petición unánime de declaración de zona catastrófica y a la solicitud de todas las ayudas que correspondan en estos casos y que serán tramitadas a través de las propias cooperativas».
García Retegui manifestó además su compromiso de trabajar para la declaración de zona catastrófica y para que «las administraciones y las cajas de ahorros sean sensibles a las necesidades de financiación de estos cooperativistas y agricultores que no van a poder hacer frente a los pagos pendientes que tienen por la modernización de regadíos».
En Mula, dada la lamentable situación en la que han quedado los frutales y almendros, el Ayuntamiento ha convocado un pleno urgente y extraordinario, mañana lunes, para pedir a la Consejería de Agricultura la declaración de zona catastrófica y que se evalúe la cuantía de los daños por parte de técnicos de dicha Consejería.
Hasta el momento no se sabe con exactitud el número de árboles afectados, pero sí que los más perjudicados han sido los frutales de hueso, albaricoqueros, melocotoneros y nectarinas, en toda la comarca, y también almendros en la zona de Casas Nuevas.
En torno a la una y media de la tarde, la intensa tormenta de granizo sorprendió a los muleños, muchos de ellos en plena calle, puesto que se celebraba el mercado semanal de cada sábado. En tan sólo unos minutos el cielo se tornó nublado y oscuro y empezó la tormenta con granizo del tamaño de canicas que era lanzado desde el cielo por fuertes bandadas de viento. Durante unos cinco minutos aproximadamente, se vivieron escenas y momentos de miedo, temiendo no sólo por la integridad física de los ciudadanos, sino también, pensando en la huerta, que lamentablemente ha sido la que más ha sufrido esta tormenta.
Bajos inundados
En la ciudad, algunos bajos y patios quedaron inundados, e incluso instalaciones como uno de los pabellones deportivos de la ciudad donde se han tenido que suspender las actividades deportivas, con motivo de las fiestas de San Isidro. También se tuvo que aplazar el concurso de gachasmigas previsto para anoche, puesto que la zona donde se iba a realizar quedó inundada y llena de barro. En el lado positivo hay que destacar que no hubo que lamentar daños personales, a pesar del tremendo susto.
Sin duda es un duro golpe para los agricultores muleños, que apenas a unas semanas de empezar la recolección, ven su trabajo, su esfuerzo de todo el año, su cosecha, apedreada y tirada por los suelos, por un capricho de la naturaleza. Los cooperativistas de la zona están calculando a cuánto ha ascendido el daño para hacerse a la idea de lo que han perdido.
Las lluvias más intensas se concentraron ayer en el municipio de Cieza, donde se recogieron 14,8 litros por metro cuadrado, pero la intensidad de las precipitaciones alcanzó, según datos del Centro Meteorológico de Guadalupe, los 82 litros por hora. En Caravaca, las lluvias dejaron 12,1 litros por metro cuadrado y en Yecla, 11,2. Aunque en un primer momento se temió porque la lluvia se desplazara también a la Vega del Segura, el temporal quedó finalmente concentrado al norte y centro de la Región. En Cieza, fuentes del sector agrícola señalaron que la tormenta no afectó de manera relevante, salvo el paraje de Las Cañadas y la zona de la Cooperativa El Picarcho.
Al margen de los daños agrícolas, en Jumilla, el temporal provocó la caída de cascotes de un edificio, ubicado en la calle Albano Martínez. Un contratiempo que, afortunadamente, no causó daños personales. Los cascotes sí provocaron, sin embargo, daños materiales a dos vehiculos que se encontraban estacionados en la zona, tal y como ayer confirmó el Centro de Coordinación de Emergencias de la Región. Al lugar acudieron dos vehículos de Bomberos de Jumilla y Policía Local, que acordonó la zona.
En Cieza, el temporal dejó una impresionante tromba de agua y granizo sobre la ciudad, anegando las calles, que quedaron convertidas en ríos, y dejando el capó de los coches nevado de pedrisco. Fuentes de la Policía Local informaron de que la intensa lluvia no produjo incidentes importantes de tráfico ni problemas destacables en viviendas y vías urbanas, salvo el achique de agua en un edificio, según datos del 112.
En la zona conocida como El Llano de las Cabras, en el término municipal de Totana, el pedrisco destrozó los parrales de uva de mesa que no estaban protegidos con malla. Según los agricultores de la zona, unas 250 hectáreas, tanto la cosecha de este año como parte de la del próximo, se ha perdido con la granizada. Tras este desastre, las parras brotarán de nuevo, pero no echarán leña buena para la cosecha del próximo año. Lo principal para evitar que los parrales afectados sean atacados por enfermedades es que sean tratados antes de 48 horas.

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