
24.03.10 - 00:45 -
F. CARRERES MURCIA. /La Verdad
Un vecino atrapa al asaltante que golpeó a una anciana para robarle el bolso
«Eché a correr detrás de él porque me removió la violencia con que trató a la pobre señora; podía haber sido mi madre»
Lo de menos fue el tirón del bolso. Lo que removió las entrañas de Andrés, el resorte que movilizó sus piernas y borró el temor a salir mal parado, fue la rabia ante la injusticia. El coraje de ver cómo un tipo fuerte y joven era capaz de golpear con saña y violencia a una anciana indefensa que podría ser su propia madre. No pensó en que metiéndose en un lío que no iba con él, nada ganaba y todo lo podía perder. Decidió no mirar para otro lado, como otros hacían, y actuó. La heroica accidón de Andrés permitió a la Policía atrapar a un ladrón que el sábado por la mañana atracó a una anciana y la golpeó para robarle el bolso. La mujer aún se recupera en el hospital Reina Sofía de las fracturas que le causó el atracador, que finalmente fue detenido.
Andrés Hernández, gruista en paro de 32 años y vecino de Vistabella, paseaba el sábado por su barrio camino de la ferretería, cuando vio como en la acera de enfrente, un tipo alto y fuerte tiraba al suelo a una anciana para robarle el bolso. «Fue muy violento, se ensañó y la pobre mujer no podía hacer nada para defenderse, ¡podía haber sido mi madre!».
Apenas media hora antes, Isabel González, de 81 años y también vecina del barrio, había salido de casa para hacer unas compras. Cargada con las bolsas de la carnicería, iba camino de la panadería con sus 32 euros en el monedero. No llegó a entrar en la tienda. «Acababa de saludar a mi vecina, tan tranquila, y de repente se me echó encima. Me hizo mucho daño y todavía estoy en el hospital con el codo roto por varios sitios. Estoy a base de calmantes, no hacía falta hacer tanto daño para robarle a una anciana como yo», se lamenta Isabel, que ni siquiera sabe cuándo recibirá el alta.
Cuando el ladrón, un hombre de 34 años y de nacionalidad checa, salió corriendo, los vecinos que había presenciado el violento suceso se volcaron a socorrer a la mujer. Al ver que estaba atendida, Andrés decidió echar a correr a por el ladrón. «Conozco bien las calles del barrio y vi que sólo tenía una salida. Mientras, llamé con el móvil a la Policía».
La persecución se alargó varios minutos, hasta que el ladrón alcanzó la avenida Intendente Jorge Palacios. Desesperado al ver que Andrés no tenía intención de rendirse, se tiró al cauce del río. «Aproveché para darle las indicaciones a la Policía y lo retuve hasta que llegaron los agentes». El detenido fue puesto a disposición de la autoridad judicial, y el domingo se decretó su ingreso en prisión.
Valiente, héroe, solidario... Andrés ha escuchado todos esos calificativos esta semana, pero él sigue pensando que no van con él. «Sólo hice lo que hay que hacer. Eso no se le hace a una anciana, no está bien». La Jefatura Superior de Policía de Murcia sí ve motivos para el elogio, y ha felicitado a Andrés «por su encomiable acción, que ha demostrado su coraje cívico y su compromiso con la seguridad de todos».
Con el miedo aún metido en el cuerpo -«ni comer puedo, estoy todavía temblando»- , Isabel González aguardaba ayer en su habitación del Reina Sofía la visita de su 'salvador'. «Creo que es nieto de una conocida mía, pero de lo que sí estoy segura es de que es un buen chico». El encuentro se produjo finalmente de noche, cuando Andrés terminó unos trabajos pendientes. Sólo mirándole a los ojos, Isabel supo a quién tenía enfrente. «Las buenas personas que han nacido para hacer el bien son así. Mi marido era igual, no podía evitar mediar cuando veía una injusticia. Hombres de los que quedan ya pocos».
F. CARRERES MURCIA. /La Verdad
Un vecino atrapa al asaltante que golpeó a una anciana para robarle el bolso
«Eché a correr detrás de él porque me removió la violencia con que trató a la pobre señora; podía haber sido mi madre»
Lo de menos fue el tirón del bolso. Lo que removió las entrañas de Andrés, el resorte que movilizó sus piernas y borró el temor a salir mal parado, fue la rabia ante la injusticia. El coraje de ver cómo un tipo fuerte y joven era capaz de golpear con saña y violencia a una anciana indefensa que podría ser su propia madre. No pensó en que metiéndose en un lío que no iba con él, nada ganaba y todo lo podía perder. Decidió no mirar para otro lado, como otros hacían, y actuó. La heroica accidón de Andrés permitió a la Policía atrapar a un ladrón que el sábado por la mañana atracó a una anciana y la golpeó para robarle el bolso. La mujer aún se recupera en el hospital Reina Sofía de las fracturas que le causó el atracador, que finalmente fue detenido.
Andrés Hernández, gruista en paro de 32 años y vecino de Vistabella, paseaba el sábado por su barrio camino de la ferretería, cuando vio como en la acera de enfrente, un tipo alto y fuerte tiraba al suelo a una anciana para robarle el bolso. «Fue muy violento, se ensañó y la pobre mujer no podía hacer nada para defenderse, ¡podía haber sido mi madre!».
Apenas media hora antes, Isabel González, de 81 años y también vecina del barrio, había salido de casa para hacer unas compras. Cargada con las bolsas de la carnicería, iba camino de la panadería con sus 32 euros en el monedero. No llegó a entrar en la tienda. «Acababa de saludar a mi vecina, tan tranquila, y de repente se me echó encima. Me hizo mucho daño y todavía estoy en el hospital con el codo roto por varios sitios. Estoy a base de calmantes, no hacía falta hacer tanto daño para robarle a una anciana como yo», se lamenta Isabel, que ni siquiera sabe cuándo recibirá el alta.
Cuando el ladrón, un hombre de 34 años y de nacionalidad checa, salió corriendo, los vecinos que había presenciado el violento suceso se volcaron a socorrer a la mujer. Al ver que estaba atendida, Andrés decidió echar a correr a por el ladrón. «Conozco bien las calles del barrio y vi que sólo tenía una salida. Mientras, llamé con el móvil a la Policía».
La persecución se alargó varios minutos, hasta que el ladrón alcanzó la avenida Intendente Jorge Palacios. Desesperado al ver que Andrés no tenía intención de rendirse, se tiró al cauce del río. «Aproveché para darle las indicaciones a la Policía y lo retuve hasta que llegaron los agentes». El detenido fue puesto a disposición de la autoridad judicial, y el domingo se decretó su ingreso en prisión.
Valiente, héroe, solidario... Andrés ha escuchado todos esos calificativos esta semana, pero él sigue pensando que no van con él. «Sólo hice lo que hay que hacer. Eso no se le hace a una anciana, no está bien». La Jefatura Superior de Policía de Murcia sí ve motivos para el elogio, y ha felicitado a Andrés «por su encomiable acción, que ha demostrado su coraje cívico y su compromiso con la seguridad de todos».
Con el miedo aún metido en el cuerpo -«ni comer puedo, estoy todavía temblando»- , Isabel González aguardaba ayer en su habitación del Reina Sofía la visita de su 'salvador'. «Creo que es nieto de una conocida mía, pero de lo que sí estoy segura es de que es un buen chico». El encuentro se produjo finalmente de noche, cuando Andrés terminó unos trabajos pendientes. Sólo mirándole a los ojos, Isabel supo a quién tenía enfrente. «Las buenas personas que han nacido para hacer el bien son así. Mi marido era igual, no podía evitar mediar cuando veía una injusticia. Hombres de los que quedan ya pocos».
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