Paco Espadas/ La Verdad
Las lluvias provocaron su desprendimiento, que amenzaba incluso a la ermita de la Virgen de la Candelaria
La Comunidad retira una enorme roca que cayó sobre una pista en la sierra de la Muela
Las intensas lluvias caídas durante este invierno provocaron, además de la alegría de los regantes, el desprendimiento accidental de una roca de enormes dimensiones de las cumbres de la sierra de La Muela en Alhama de Murcia. Felizmente, la roca, de unas 200 toneladas de peso -200.000 kilogramos-, no llego a provocar daños personales, al quedar encallada en una pista forestal que encontró a su paso. Eso sí, el tránsito rodado por ésta quedó cortado, y provocó algunos daños materiales en el firme.
La Dirección General de Patrimonio Natural y Biodiversidad de la Consejería de Agricultura y Agua de la Comunidad Autónoma fue la encargada de abordar la compleja misión de su retirada. Para ello, fue necesario el empleo de técnicas de demolición novedosas, dados los riesgos que conllevaban las obras, al ubicarse la roca en una ladera de fuerte pendiente, al pie de la cual existen numerosas viviendas así como la Ermita de La Virgen de La Candelaria, la cual estuvo en el punto de mira de esta enorme roca.
Con ello, además de evitar los riegos que entrañaba la demolición mecánica para bienes y personas, se evitaban también perturbaciones a la fauna del lugar, así como la emisión de polvo, ruidos o vibraciones, poco aconsejables éstas últimas por la posibilidad de causar nuevos derrumbes.
Cemento en expansión
La técnica empleada ha consistido en la aplicación de un mortero o cemento de expansión, denominado comercialmente Zorcons-Demolex, cuya actividad consiste en la descomposición de la roca en pequeños fragmentos tras aplicarse de forma directa en el interior de la misma a través de pequeñas perforaciones efectuadas con una simple barrena mecánica. Tras más de veinte y cuatro horas de espera, el cemento expansivo va realizando una labor silenciosa de fragmentación.
El proceso, aunque lento -ha durado tres semanas- garantizaba la seguridad, tanto como para los operarios, como para las infraestructuras existentes al pie de la montaña, ya que la operación se llevó a cabo en varias fases y en varias capas del megalito, es decir, se han efectuado perforaciones de poca profundidad para evitar la generación de fragmentos de excesivo tamaño y peso.
Las lluvias provocaron su desprendimiento, que amenzaba incluso a la ermita de la Virgen de la Candelaria
La Comunidad retira una enorme roca que cayó sobre una pista en la sierra de la Muela
Las intensas lluvias caídas durante este invierno provocaron, además de la alegría de los regantes, el desprendimiento accidental de una roca de enormes dimensiones de las cumbres de la sierra de La Muela en Alhama de Murcia. Felizmente, la roca, de unas 200 toneladas de peso -200.000 kilogramos-, no llego a provocar daños personales, al quedar encallada en una pista forestal que encontró a su paso. Eso sí, el tránsito rodado por ésta quedó cortado, y provocó algunos daños materiales en el firme.
La Dirección General de Patrimonio Natural y Biodiversidad de la Consejería de Agricultura y Agua de la Comunidad Autónoma fue la encargada de abordar la compleja misión de su retirada. Para ello, fue necesario el empleo de técnicas de demolición novedosas, dados los riesgos que conllevaban las obras, al ubicarse la roca en una ladera de fuerte pendiente, al pie de la cual existen numerosas viviendas así como la Ermita de La Virgen de La Candelaria, la cual estuvo en el punto de mira de esta enorme roca.
Con ello, además de evitar los riegos que entrañaba la demolición mecánica para bienes y personas, se evitaban también perturbaciones a la fauna del lugar, así como la emisión de polvo, ruidos o vibraciones, poco aconsejables éstas últimas por la posibilidad de causar nuevos derrumbes.
Cemento en expansión
La técnica empleada ha consistido en la aplicación de un mortero o cemento de expansión, denominado comercialmente Zorcons-Demolex, cuya actividad consiste en la descomposición de la roca en pequeños fragmentos tras aplicarse de forma directa en el interior de la misma a través de pequeñas perforaciones efectuadas con una simple barrena mecánica. Tras más de veinte y cuatro horas de espera, el cemento expansivo va realizando una labor silenciosa de fragmentación.
El proceso, aunque lento -ha durado tres semanas- garantizaba la seguridad, tanto como para los operarios, como para las infraestructuras existentes al pie de la montaña, ya que la operación se llevó a cabo en varias fases y en varias capas del megalito, es decir, se han efectuado perforaciones de poca profundidad para evitar la generación de fragmentos de excesivo tamaño y peso.
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