28.03.10 - 01:17 -
ISMAEL MATEO / La Verdad
La idea llevaba ya bastante tiempo rondando la cabeza de muchos festeros pero nunca se había llevado a cabo. Ha llegado el momento. Habrá a quien le guste y a quien no, pero lo que es incontestable es el apoyo que la Junta Central recibió a la proposición y que a partir de ahora las Fiestas de Moros y Cristianos podrán disfrutar de la significación propia que merecen. Ya no serán en octubre, tras los fastos patronales, sino que arrancarán en la última semana de junio, con todo el tiempo del mundo para sí y los vecinos más ávidos de celebraciones que en otoño.
Así se decidió por voluntad unánime de los cerca de 80 festeros participantes (los casi 30 que conforman la Junta Gestora y diez compromisarios de cada una de las comparsas) en la Asamblea General anual de la Junta Central de Asociaciones de Moros y Cristianos, celebrada en diciembre en el cuartelillo de los Contrabandistas. «Después de analizarlo muy profundamente, lo acordamos en beneficio de la fiesta y del pueblo», asegura el portavoz del organismo, Manuel González.
El nuevo calendario traerá consigo, lógicamente, importantes novedades. La presentación de los cargos festeros se ha adelantado a este y además, propio en tiempos de crisis. En lo que respecta a los días grandes de Moros y Cristianos, se mantendrá la esencia del programa del año pasado, que aportó muchas buenas ideas. Socios y demás vecinos volverán a encontrar en el Campamento Festero un lugar propicio para la convivencia, «siempre con las puertas abiertas para todo el que lo quiera acudir», subraya González. «Además», apunta, «apostaremos de manera decidida por los jóvenes, el futuro de la fiesta, con un planteamiento pensado especialmente para ellos».
El recinto abrirá sus puertas el 18 de junio y permanecerá instalado hasta el 4 de julio. «Al no continuar las Fiestas Patronales, los vecinos tendrán más energías y dispondremos de más tiempo para disfrutar», opina. Con esas, los actos principales se esparcirán. El pregón del 12 de junio dará el pistoletazo de salida y el sábado 19 se celebrará el desfile informal nocturno. Desde ese día, las veladas del Campamento estarán animadas continuamente con distintas actividades. Unas de ellas, los días 25 y 26, serán las embajadas: los embajadores tomarán el castillo protegidos a la luz de la luna en un intento de otorgarles mayor prestancia y eludir el sofocante efecto del sol. El gran desfile, que seguirá contando con un pase único, tendrá lugar el sábado 26. La ofrenda floral a la patrona y la conversión del moro será un día después. Y el último de los tres fines de semana de fiesta quedará reservado para los juegos populares, rematar las ganas de diversión y apurar los últimos momentos de convivencia
Así se decidió por voluntad unánime de los cerca de 80 festeros participantes (los casi 30 que conforman la Junta Gestora y diez compromisarios de cada una de las comparsas) en la Asamblea General anual de la Junta Central de Asociaciones de Moros y Cristianos, celebrada en diciembre en el cuartelillo de los Contrabandistas. «Después de analizarlo muy profundamente, lo acordamos en beneficio de la fiesta y del pueblo», asegura el portavoz del organismo, Manuel González.
El nuevo calendario traerá consigo, lógicamente, importantes novedades. La presentación de los cargos festeros se ha adelantado a este y además, propio en tiempos de crisis. En lo que respecta a los días grandes de Moros y Cristianos, se mantendrá la esencia del programa del año pasado, que aportó muchas buenas ideas. Socios y demás vecinos volverán a encontrar en el Campamento Festero un lugar propicio para la convivencia, «siempre con las puertas abiertas para todo el que lo quiera acudir», subraya González. «Además», apunta, «apostaremos de manera decidida por los jóvenes, el futuro de la fiesta, con un planteamiento pensado especialmente para ellos».
El recinto abrirá sus puertas el 18 de junio y permanecerá instalado hasta el 4 de julio. «Al no continuar las Fiestas Patronales, los vecinos tendrán más energías y dispondremos de más tiempo para disfrutar», opina. Con esas, los actos principales se esparcirán. El pregón del 12 de junio dará el pistoletazo de salida y el sábado 19 se celebrará el desfile informal nocturno. Desde ese día, las veladas del Campamento estarán animadas continuamente con distintas actividades. Unas de ellas, los días 25 y 26, serán las embajadas: los embajadores tomarán el castillo protegidos a la luz de la luna en un intento de otorgarles mayor prestancia y eludir el sofocante efecto del sol. El gran desfile, que seguirá contando con un pase único, tendrá lugar el sábado 26. La ofrenda floral a la patrona y la conversión del moro será un día después. Y el último de los tres fines de semana de fiesta quedará reservado para los juegos populares, rematar las ganas de diversión y apurar los últimos momentos de convivencia
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