Algunas agrupaciones permiten a los hermanos que están en paro aplazar el pago de las cuotas para que no se queden sin salir
MAR GÓMEZ / La Opinión
MAR GÓMEZ / La Opinión
La crisis económica y de fe que atraviesa la sociedad actual también se deja notar en la Semana Santa, ya que algunas agrupaciones están encontrando verdaderas dificultades para sacar a la calle todos sus trajes de penitente. "Muchos no lo reconocen, pero cada vez hay menos gente. Incluso hay algunas agrupaciones en las que faltan portapasos", señala José Luis García Galán, presidente de la agrupación california de la Santa Cena.
Un claro ejemplo es el de la agrupación del Ósculo, que hasta hace unos años contaban con cuatrocientos miembros y actualmente ha bajado a 340. "Hay mucha gente que sale en Semana Santa y en las fiestas y eso requiere una inversión importante. En época de crisis estos son de los primeros gastos que se reducen. Además, a la gente joven cada vez le cuesta más involucrarse", explica el presidente del Ósculo, Ramón Ros.
Otras agrupaciones no reconocen que tienen problemas, aunque esta redacción ha podido saber que están llamando a hermanos que llevan años sin salir para formar tercios completos y que no se queden trajes en el almacén.
Algunas agrupaciones han decidido reducir el precio de los trajes e incluso de las cuotas para evitar estos problemas. "Lo más importante son los hermanos. No vamos a dejar a nadie que se quede sin salir porque no pueda pagar el traje. La cuestión económica no es un problema para nadie de nuestra agrupación. De hecho, cobramos menos que otros años, porque somos conscientes de la situación económica", destaca el presidente del Sepulcro Vacío, Salvador Ojaos.
Algunas agrupaciones reconocen que a la crisis económica y de fe se une la falta de interés de muchísimos jóvenes. "Cada vez son más cómodos. Antes el sentimiento religioso era algo que llegaba muy hondo, pero ahora la gente joven tiene otras cosas a las que dedicarse", señala Francisco Avilés, de la agrupación la aparición de Jesús a Santo Tomás.
También hay agrupaciones que siguen malentiendo listas de espera, aunque menores que en años anteriores. Este es el caso del San Juan californio, que cuenta con más de cien portapasos en lista de espera que a pesar de estar inscritos no pueden llevar el trono porque están cubiertos todos los puestos. Algo similar ocurre en La Piedad. "Cuando formamos el tercio siempre nos queda un sentimiento de tristeza porque hay mucha gente que se queda fuera", destaca su presidente, José Luis Sáez.
Las agrupaciones de soldados y granaderos son las que más dificultades tienen para encontrar miembros.
A pesar de esta situación, las cofradías cuentan con más de dieciséis mil hermanos, de los cuales 235 son del Socorro, 6.000 son californios, 7.500 son marrajos y 2.200 son de la cofradía del Resucitado.
Un claro ejemplo es el de la agrupación del Ósculo, que hasta hace unos años contaban con cuatrocientos miembros y actualmente ha bajado a 340. "Hay mucha gente que sale en Semana Santa y en las fiestas y eso requiere una inversión importante. En época de crisis estos son de los primeros gastos que se reducen. Además, a la gente joven cada vez le cuesta más involucrarse", explica el presidente del Ósculo, Ramón Ros.
Otras agrupaciones no reconocen que tienen problemas, aunque esta redacción ha podido saber que están llamando a hermanos que llevan años sin salir para formar tercios completos y que no se queden trajes en el almacén.
Algunas agrupaciones han decidido reducir el precio de los trajes e incluso de las cuotas para evitar estos problemas. "Lo más importante son los hermanos. No vamos a dejar a nadie que se quede sin salir porque no pueda pagar el traje. La cuestión económica no es un problema para nadie de nuestra agrupación. De hecho, cobramos menos que otros años, porque somos conscientes de la situación económica", destaca el presidente del Sepulcro Vacío, Salvador Ojaos.
Algunas agrupaciones reconocen que a la crisis económica y de fe se une la falta de interés de muchísimos jóvenes. "Cada vez son más cómodos. Antes el sentimiento religioso era algo que llegaba muy hondo, pero ahora la gente joven tiene otras cosas a las que dedicarse", señala Francisco Avilés, de la agrupación la aparición de Jesús a Santo Tomás.
También hay agrupaciones que siguen malentiendo listas de espera, aunque menores que en años anteriores. Este es el caso del San Juan californio, que cuenta con más de cien portapasos en lista de espera que a pesar de estar inscritos no pueden llevar el trono porque están cubiertos todos los puestos. Algo similar ocurre en La Piedad. "Cuando formamos el tercio siempre nos queda un sentimiento de tristeza porque hay mucha gente que se queda fuera", destaca su presidente, José Luis Sáez.
Las agrupaciones de soldados y granaderos son las que más dificultades tienen para encontrar miembros.
A pesar de esta situación, las cofradías cuentan con más de dieciséis mil hermanos, de los cuales 235 son del Socorro, 6.000 son californios, 7.500 son marrajos y 2.200 son de la cofradía del Resucitado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario