La Concejalía de Medio Ambiente asegura que no hay riesgo porque «no son contaminantes»
31.12.09 - 00:46 -
JUAN LUIS VIVAS/ La Verdad
31.12.09 - 00:46 -
JUAN LUIS VIVAS/ La Verdad
En el badén de Cañada Salao, conocido como la rambla del Fenazar, se han detectado vertidos desde hace unos seis meses, según han señalado a 'La Verdad' vecinos de la pedanía molinense y de cuya denuncia se ha hecho eco el PSOE.
En concreto, fue un miembro de la sociedad de cazadores de la zona, Emilio Muelas, quien alzó la voz de alarma para certificar que los vertidos han provocado que el cauce de la rambla esté repleto «de un metro de veneno», refiriéndose al lodo existente en el agua azulada de esta rambla que tiene un ecosistema especial y ambiental y que está en las inmediaciones del Monte de las Piedras y del Cabezo de la Albarda. Asimismo, recoge las aguas pluviales que van a Rambla Salada y que, finalmente, acaban en el río Segura. «Hay más de un palmo de lodo, con mucha espuma», atestigua Juan Pérez, de la asociación de vecinos San Isidro del Fenazar.
La concejal del PSOE Lola Ferre precisa que los vertidos industriales se están realizando en el kilómetro 9 de la RM-411, en la que se localizan dos fábricas, una de cartón y otra de conservas. «Hemos comprobado que estos vertidos tienen un alto contenido de materia orgánica y una alta salinidad», indica la edil socialista.
Añade que los vertidos son consecuencia de que estas fábricas, desde el principio, no disponen de saneamiento industrial y ahora están realizando de manera «provisional» sus vertidos a la depuradora urbana de Fenazar, tal y como consta en el expediente municipal. «No obstante, esta depuradora no está preparada para este tipo de residuos, ya que es urbana con corteza de membrana que sólo da cobertura a una población de 2.000 habitantes», aduce Ferre. La edil socialista ha dado parte a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS).
Emilio Muelas, que conoce bien la zona donde presuntamente se producen estos vertidos, considera que «es una vergüenza para el medio ambiente lo que está pasando», y ha señalado que nunca, hasta ahora, había encontrado liebres y conejos muertos, como ha podido constatar en los últimos meses.
El edil de Medio Ambiente en funciones, José Antonio Carbonell, ha aclarado que la muerte de estos animales no puede obedecer, en ningún caso, a estos vertidos porque «no son contaminantes» y sólo se trata de residuos de cabello de ángel de la fábrica de conservas que existe en la zona. El concejal indica que las dos empresas cuentan con su propia depuradora y la Concejalía les ha dado «un tiempo mínimo», hasta el mes de enero, para que ajusten los parámetros de sus instalaciones de depuración.
En concreto, fue un miembro de la sociedad de cazadores de la zona, Emilio Muelas, quien alzó la voz de alarma para certificar que los vertidos han provocado que el cauce de la rambla esté repleto «de un metro de veneno», refiriéndose al lodo existente en el agua azulada de esta rambla que tiene un ecosistema especial y ambiental y que está en las inmediaciones del Monte de las Piedras y del Cabezo de la Albarda. Asimismo, recoge las aguas pluviales que van a Rambla Salada y que, finalmente, acaban en el río Segura. «Hay más de un palmo de lodo, con mucha espuma», atestigua Juan Pérez, de la asociación de vecinos San Isidro del Fenazar.
La concejal del PSOE Lola Ferre precisa que los vertidos industriales se están realizando en el kilómetro 9 de la RM-411, en la que se localizan dos fábricas, una de cartón y otra de conservas. «Hemos comprobado que estos vertidos tienen un alto contenido de materia orgánica y una alta salinidad», indica la edil socialista.
Añade que los vertidos son consecuencia de que estas fábricas, desde el principio, no disponen de saneamiento industrial y ahora están realizando de manera «provisional» sus vertidos a la depuradora urbana de Fenazar, tal y como consta en el expediente municipal. «No obstante, esta depuradora no está preparada para este tipo de residuos, ya que es urbana con corteza de membrana que sólo da cobertura a una población de 2.000 habitantes», aduce Ferre. La edil socialista ha dado parte a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS).
Emilio Muelas, que conoce bien la zona donde presuntamente se producen estos vertidos, considera que «es una vergüenza para el medio ambiente lo que está pasando», y ha señalado que nunca, hasta ahora, había encontrado liebres y conejos muertos, como ha podido constatar en los últimos meses.
El edil de Medio Ambiente en funciones, José Antonio Carbonell, ha aclarado que la muerte de estos animales no puede obedecer, en ningún caso, a estos vertidos porque «no son contaminantes» y sólo se trata de residuos de cabello de ángel de la fábrica de conservas que existe en la zona. El concejal indica que las dos empresas cuentan con su propia depuradora y la Concejalía les ha dado «un tiempo mínimo», hasta el mes de enero, para que ajusten los parámetros de sus instalaciones de depuración.
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