domingo, 27 de diciembre de 2009

CARAVACA/ Inocentes y demonios se unen para ayudar a un niño con parálisis

Los caravaqueños colaboraron con sus 'multas' y disfrutaron de la fiesta
27.12.09 - 00:50 -
JUAN F. ROBLES CARAVACA.

Contra viento y marea. La enfermedad, la lluvia y una larga lista de dificultades no fueron inconvenientes para que la Fiesta de los Inocentes regresara a la calle a buscar ayuda, en esta ocasión, para el niño Javier Sánchez aquejado de una parálisis cerebral desde su nacimiento. Llovió la víspera y llovió por la mañana, pero el sol de la solidaridad brilló por encima de las nubes. Amalio Montes Picón, que iba a ser investido como Alcalde de Inocentes, no pudo hacerlo porque la enfermedad se lo impedía. Lo sustituyó Francisco Castillo, que ya ejerció como tal hace tres años. El primer edil caravaqueño, Domingo Aranda, enfermo durante los últimos días, se levantaba de la cama para ceder el bastón de mando, un año más y sólo por una jornada, para que Demonios e Inocentes pudieran llevar a cabo una buena causa. Los organizadores de la fiesta, la Hermandad de Ánimas y los Amigos de los Gigantes, saltaron por encima de todas las dificultades y los vecinos de Caravaca se volvieron a mostrar tan generosos como siempre.
Aranda ldio la bienvenida en el Ayuntamiento al alcalde de Inocentes y su séquito. Castillo pronunció su discurso de investidura anunciando que el próximo año será Amalio Montes quien será investido, tal como estaba previsto para este año. Tras recibir el bastón de mando, procedió al nombramiento de Inocente, que fue para Manuel Sánchez Robles 'Mané'.
La primera multa fue para Aranda «por tener levantada la Glorieta, que cada vez que voy a ver a mi suegra me veo negro para poder salir de allí», le dijo Castillo. «Nunca has ido a verla y vas ahora», le contestó Aranda mientras depositaba el importe de la multa en la alcancía. La segunda sanción fue para el párroco de El Salvador, Jesús Aguilar, «por que en su afán de que seamos buenos hace los sermones muy largos». «¿Lo sabes por propia experiencia o te lo han contado?», respondió el sacerdote. Entre bromas y en medio de un ambiente de alegría y buen humor, la comitiva se trasladó a la parroquia de El Salvador para el Pleito de Demonios e Inocentes.
El Gran Lucifer, encarnado por Enrique Fuentes, encabezaba una «endemoniada» que contaba con una nutrida presencia de demonios provistos de cencerros, pólvora y muchas ganas de diversión. Fuentes y Castillo pleitearon y tras 'llegar casi a las manos' con sendas amenazas con sus bastones, se fundieron en un fuerte abrazo para dar comienzo a la recaudación. A partir de ese momento y durante toda la jornada, los viandantes, los clientes de los comercios por donde pasaba el cortejo, los policías, los periodistas, los barbudos… todos fueron multados.

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