Isabel Mateo/ Jumilla/ La Verdad
Los pirómanos subieron un vehículo a la acera para que ardiese junto a una casa; estuvieron a punto de provocar una tragedia
La Guardia Civil investiga el incendio de tres coches de familias bolivianas en Jumilla
La Nochebuena pudo acabar en tragedia para una familia de inmigrantes bolivianos de Jumilla. María Lenia Solís y once familiares, entre ellos seis niños de entre 3 y 17 años, celebraban con fiesta y villancicos la Navidad cuando, sobre las cinco de la madrugada, empezaron a oler fuertemente a quemado y a ver cómo el humo entraba en la casa, situada en la calle Echegaray. María pensó primero que algo se estaba quemando en la cocina. Pero, a través de los cristales, vio una gran llamarada que iluminaba el patio. El coche de su marido, un todoterreno, estaba ardiendo.
María Leni todavía no se ha repuesto del susto. «Al salir a la calle vi que habían subido el vehículo a la acera y lo habían colocado justo en la pared que da a mi habitación». Allí estaba, en llamas por obra de pirómanos desconocidos. «Salvamos la vida gracias a que estábamos despiertos. Podríamos haber muerto asfixiados por el humo. En lo primero que pensé fue en los niños. Fuimos a despertarlos y los sacamos de allí». Afortunadamente, la casa no ardió. Agentes de la Policía Local, Guardia Civil y bomberos evitaron que las llamas se propagasen. El coche, carbonizado, ya ha sido retirado. Pero las paredes de la vivienda conservan la huella del suceso. Mientras los equipos de extinción controlaban el fuego en el todoterreno, otros dos vehículos estacionados en las calles colindantes, también propiedad de inmigrantes de origen latinoamericano, fueron pasto de las llamas.
La Guardia Civil investiga qué puede esconderse detrás de esta acción vandálica que parece un ataque planificado. Tres coches en una misma noche, y en los tres casos propiedad de familias suramericanas asentadas en Jumilla. No suena a coincidencia. María Lenia no se explica lo que ha sucedido y no oculta su intranquilidad, una sensación que se ha extendido por toda esta zona, que cuenta con una gran presencia de inmigrantes.
Especulaciones
El hecho de que el ataque se produjera en Nochebuena, y que los pirómanos acercasen uno de los vehículos a la entrada de la vivienda de su propietario antes de prenderle fuego aviva aún más las especulaciones. María Lenia no cree, sin embargo, que haya sido objeto de un ataque racista y espera a que la Guardia Civil aclare pronto qué se esconde detrás de este suceso que ha conmocionado a los ciudadanos suramericanos que viven y trabajan en Jumilla, algunos desde hace años y ya plenamente integrados en la vida cotidiana de la localidad.
Los pirómanos subieron un vehículo a la acera para que ardiese junto a una casa; estuvieron a punto de provocar una tragedia
La Guardia Civil investiga el incendio de tres coches de familias bolivianas en Jumilla
La Nochebuena pudo acabar en tragedia para una familia de inmigrantes bolivianos de Jumilla. María Lenia Solís y once familiares, entre ellos seis niños de entre 3 y 17 años, celebraban con fiesta y villancicos la Navidad cuando, sobre las cinco de la madrugada, empezaron a oler fuertemente a quemado y a ver cómo el humo entraba en la casa, situada en la calle Echegaray. María pensó primero que algo se estaba quemando en la cocina. Pero, a través de los cristales, vio una gran llamarada que iluminaba el patio. El coche de su marido, un todoterreno, estaba ardiendo.
María Leni todavía no se ha repuesto del susto. «Al salir a la calle vi que habían subido el vehículo a la acera y lo habían colocado justo en la pared que da a mi habitación». Allí estaba, en llamas por obra de pirómanos desconocidos. «Salvamos la vida gracias a que estábamos despiertos. Podríamos haber muerto asfixiados por el humo. En lo primero que pensé fue en los niños. Fuimos a despertarlos y los sacamos de allí». Afortunadamente, la casa no ardió. Agentes de la Policía Local, Guardia Civil y bomberos evitaron que las llamas se propagasen. El coche, carbonizado, ya ha sido retirado. Pero las paredes de la vivienda conservan la huella del suceso. Mientras los equipos de extinción controlaban el fuego en el todoterreno, otros dos vehículos estacionados en las calles colindantes, también propiedad de inmigrantes de origen latinoamericano, fueron pasto de las llamas.
La Guardia Civil investiga qué puede esconderse detrás de esta acción vandálica que parece un ataque planificado. Tres coches en una misma noche, y en los tres casos propiedad de familias suramericanas asentadas en Jumilla. No suena a coincidencia. María Lenia no se explica lo que ha sucedido y no oculta su intranquilidad, una sensación que se ha extendido por toda esta zona, que cuenta con una gran presencia de inmigrantes.
Especulaciones
El hecho de que el ataque se produjera en Nochebuena, y que los pirómanos acercasen uno de los vehículos a la entrada de la vivienda de su propietario antes de prenderle fuego aviva aún más las especulaciones. María Lenia no cree, sin embargo, que haya sido objeto de un ataque racista y espera a que la Guardia Civil aclare pronto qué se esconde detrás de este suceso que ha conmocionado a los ciudadanos suramericanos que viven y trabajan en Jumilla, algunos desde hace años y ya plenamente integrados en la vida cotidiana de la localidad.
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