La Verdad
Ya hay fecha y hora. El próximo miércoles, 31 de octubre, a las dos de la tarde, el Instituto Murciano de Acción Social (IMAS), deberá haber trasladado a los 16 usuarios de la residencia de personas mayores San Agustín a otros centros de la comarca. Estas 16 plazas, de las 24 con las que cuenta el centro, están suscritas a un convenio de colaboración con el IMAS. Las 8 restantes pertenecen a la gestión de la propia residencia, por lo que, formalmente, sus 14 empleados estarán a cargo de esos 8 residentes a partir del 1 de noviembre.
El cierre parcial de esta residencia se produce a consecuencia de los problemas económicos que arrastra Cruz Verde, la empresa adjudicataria del servicio, en situación de concurso de acreedores desde hace meses. El colofón ha sido la decisión municipal de no seguir adelante con el convenio suscrito con la mercantil desde que se inauguró la residencia en 2005, y que expiraba en 2014. El Ayuntamiento, como patrono mayoritario de la Fundación Residencia San Agustín, era el principal baluarte del funcionamiento de este servicio.
La residencia asiste en su mayoría a usuarios con familias de escasos recursos o que, directamente, carecen de personas que puedan atenderles. La alcaldesa, María Antonia Conesa, consideró que «la nueva situación es muy incómoda para todos», si bien subrayó que «nos sentimos obligados a efectuar dicho traslado ya que no se puede mantener un contrato en una situación tan delicada como la que se encuentra Cruz Verde». Asimismo, enfatizó que el Ayuntamiento trabajará para que sea una solución temporal.
Por su parte, fuentes del IMAS señalaron que en este momento están contactando con los residentes y familiares «para comunicarles el nuevo centro donde serán realojados».
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