La Verdad
El alcalde de Puerto Lumbreras, Pedro Antonio Sánchez, destacó ayer el «compromiso claro» que hay de las administraciones con las zonas afectadas por las inundaciones del pasado 28 de septiembre, poniendo de manifiesto las tres líneas abiertas existentes «para seguir ayudando».
Un mes y un día después de lo ocurrido, Sánchez hizo un balance «positivo» de las actuaciones y el esfuerzo realizado «por parte de todos y la coordinación entre las administraciones, que ha funcionado bien», advirtiendo que «podía haber sido peor si no se hubieran puesto en marcha las obras después de la riada del 73».
«Hemos sabido dar respuesta urgente y de emergencia a situaciones muy complicadas que se dieron en el Valle del Guadalentín, y en el caso de Puerto Lumbreras en concreto», subrayó Sánchez, quien reconoció que «todos teníamos el recuerdo de la riada del 73 y ha venido más agua y en menos tiempo, pero las obras que se pusieron en marcha después de esa riada, en el caso de Puerto Lumbreras, con los muros que contenían y delimitaban las ramblas de Nogalte, han protegido el casco urbano y evitado que hubiera sido mucho más desastroso y trágico que en el 73».
Aunque consideró que la pérdida de vidas humanas «es lo más dramático», el regidor insistió en que «podía haber sido mucho peor». En esta línea, explicó las dos fases de actuación. La primera consistente en la emergencia, cuyo balance es positivo por cuando «hay agua potable en todas las granjas y hogares, también electricidad y los caminos ya son transitables», de manera que las infraestructuras básicas y servicios elementales «ya están funcionando». Según Sánchez, queda, por tanto, pendiente la fase de «reparar y solucionar, de forma definitiva, las infraestructuras y servicios, que están solventados, pero a nivel de emergencias».
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