La Asociación Columbares presenta un proyecto para preservar esta especie en peligro de extinción
El estrés hídrico que genera la explotación de las zonas de regadío no sólo afecta a los regantes y a los políticos de la Región, también al fartet en Abanilla. Una especie de pez característica del anhelado Mediterráneo de Joan Manuel Serrat, que acumula el triste récord de figurar en todas las listas de especies en peligro de extinción tanto a nivel nacional como internacional.
Pese a contar con tan sólo cinco centímetros de longitud, la problemática de esta especie de pez diminuto, no ha pasado desapercibida para la Asociación Columbares que ha logrado aunar el esfuerzo económico de Caja Madrid, y el talento investigador de la Universidad de Murcia, bajo un objetivo común: 'Proyecto Fartet'. El proyecto será presentado hoy por dos profesores de la UMU, Mar Torralba y Francisco José Oliva, junto al coordinador de Obra Social Caja Madrid en Valencia y Murcia, José Blanca.
En la actualidad el río Chícamo cuenta en su caudal con tres o cuatro mil ejemplares de fartet, acechados por la llegada al río de especies invasoras como la Gambusia y el Cangrejo Rojo Americano, sin olvidar a la más peligrosa de todas: la raza humana. La coordinadora del proyecto y miembro de Columbares, Paz Parrando, enumera los factores clave para que la especie haya llegado a este punto crítico de supervivencia: «Los regadíos, vertidos, otras especies competidoras llegadas por el trasvase y nuestro clima semiárido».
Ante semejante panorama el 'Proyecto Fartet' plantea dos líneas de actuación hasta septiembre de 2011 para recuperar la especie. Una de investigación que asumirá el departamento de zoología de la UMU para "un seguimiento y estudio del fartet en los 11 kilómetros de recorrido del Chícamo, con la realización de seis muestreos, para fijar el número de ejemplares». Además de acciones encaminadas a recuperar el entorno del río, «como restaurar su hábitat refugio en la cabecera y a la altura de Abanilla con la retirada del cañaveral, potenciando que los propietarios de fincas planten palmeras».
La segunda línea de acción será la educación, con charlas divulgativas, rutas ambientales, cursos y exposiciones fotográficas, para concienciar sobre esta situación a los municipios de influencia del río Chícamo: Abanilla, Fortuna, Beniel, Santomera, Murcia y pedanías de la Cordillera Sur. Se invertirán 40.000 euros que bien valen sentar las bases de la supervivencia de toda una especie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario