06.03.10 - 00:26 -
GUILLERMO HERMIDA MURCIA. / La Verdad
El propietario de la explotación, que estaba asegurada, se plantea dejar la actividad tras este «durísimo golpe»
Los animales no pudieron escapar del incendio declarado en una granja avícola de Fuente Álamo
Ni uno solo de los 16.540 pollos que albergaba el cebadero de Fernando Blaya ha sobrevidido. El fuego, declarado en esta explotación el jueves por la noche, combinado con el humo, ha convertido en cenizas y cadáveres la forma de vida de este ganadero, que ayer acometía la ingrata tarea de retirar los cuerpos calcinados del interior de la nave, totalmente devastada.
«Eran de la raza broiler y teníamos previsto sacarlos al mercado la próxima semana, ha sido un golpe durísimo», confesaba Blaya, a quien al menos le cabe el relativo consuelo de tener asegurada la explotación contra el fuego, «aunque evidentemente no me van a dar todo lo que he perdido». El ganadero avícola no ha contabilizado aún el monto de sus pérdidas, aunque estima que superarán los 100.000 euros ampliamente. A esta cifra se sumará el coste de la limpieza de la nave.
Fernando se encontró con el fuego en una visita rutinaria de mantenimiento a su explotación, situada a unos 500 metros de la carretera RM E-19 que conecta Mazarrón con la pedanía fuentealameña de La Pinilla. Nada más llegar, descubrió el humo saliendo de las ventanas de la nave y de inmediato llamó al 112. «No se podía hacer nada por los animales, el fuego se extendió con mucha rapidez», explicaba. Por ahora, se desconocen las causas que provocaron el siniestro, que calcinó parte de las instalaciones, de unos mil metros cuadrados de extensión.
Hasta el lugar se desplazaron cinco vehículos de bomberos de los parques de Lorca, Mazarrón y Alhama de Murcia con un sargento y nueve bomberos a bordo y una patrulla de la Policía Local. Sobre las 21 horas, controlaron el fuego y dejaron a Fernando sólo ante la desolación.
GUILLERMO HERMIDA MURCIA. / La Verdad
El propietario de la explotación, que estaba asegurada, se plantea dejar la actividad tras este «durísimo golpe»
Los animales no pudieron escapar del incendio declarado en una granja avícola de Fuente Álamo
Ni uno solo de los 16.540 pollos que albergaba el cebadero de Fernando Blaya ha sobrevidido. El fuego, declarado en esta explotación el jueves por la noche, combinado con el humo, ha convertido en cenizas y cadáveres la forma de vida de este ganadero, que ayer acometía la ingrata tarea de retirar los cuerpos calcinados del interior de la nave, totalmente devastada.
«Eran de la raza broiler y teníamos previsto sacarlos al mercado la próxima semana, ha sido un golpe durísimo», confesaba Blaya, a quien al menos le cabe el relativo consuelo de tener asegurada la explotación contra el fuego, «aunque evidentemente no me van a dar todo lo que he perdido». El ganadero avícola no ha contabilizado aún el monto de sus pérdidas, aunque estima que superarán los 100.000 euros ampliamente. A esta cifra se sumará el coste de la limpieza de la nave.
Fernando se encontró con el fuego en una visita rutinaria de mantenimiento a su explotación, situada a unos 500 metros de la carretera RM E-19 que conecta Mazarrón con la pedanía fuentealameña de La Pinilla. Nada más llegar, descubrió el humo saliendo de las ventanas de la nave y de inmediato llamó al 112. «No se podía hacer nada por los animales, el fuego se extendió con mucha rapidez», explicaba. Por ahora, se desconocen las causas que provocaron el siniestro, que calcinó parte de las instalaciones, de unos mil metros cuadrados de extensión.
Hasta el lugar se desplazaron cinco vehículos de bomberos de los parques de Lorca, Mazarrón y Alhama de Murcia con un sargento y nueve bomberos a bordo y una patrulla de la Policía Local. Sobre las 21 horas, controlaron el fuego y dejaron a Fernando sólo ante la desolación.
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