Su abogado ha señalado en el transcurso de la vista que José Vicente M.H, de 64 años, sufre una celopatía y un trastorno psicótico que lo empujó a cometer el crimen
01.12.09 - 15:09 -
LA VERDAD REGIÓN
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"Celoso compulsivo". Este es calificativo que ha utilizado para describir a su cliente la defensa del acusado de asesinar a su mujer y abandonar su cadaver en la comisaría de Murcia. Descripción que constituirá además, el principal argumento de su abogado durante el juicio que se ha iniciado esta mañana en la Audiencia Provicial de Murcia.
Y es que, según la defensa, José Vicente M.H, de 64 años de edad y natural de Molina, sufre una celopatía y un trastorno psicótico que lo empujó a cometer este crimen, tal y como lo ratifica un informe elaborado por psiquiatras del hospital Román Alberca. Su Letrado recalcó además que que el acusado ha sufrido una gran merma en sus facultades mentales tras años de consumir morfina sintética. De hecho, el presunto asesino se ha presentado en la sala con evidentes muestras de deterioro físico, apoyado en una muleta y con un caramelo de morfina en la boca.
Durante la sesión de esta mañana tambíen ha intervenido el Ministerio Fiscal, el abogado de la acusación particular, que representa a los tres hijos de la pareja, y el abogado de la acusación popular, presentada por la la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer. Todos ellos han pedido una condena por asesinato dado que "la víctima no pudo defenderse de ninguna manera, ya que fue apuñalada mientras se encontraba sentada en el vehículo familiar y sujeta por el cinturón de seguridad", con el que llego puesto, incluso, a comisaría. La vista, que ha sido suspendida, se reanuda esta tarde a partir de las 16.30.
Según el Fiscal, los hechos ocurrieron el 25 de enero de 2008, poco después de que el acusado recogiera a su esposa en la casa de uno de los hijos, «donde debido a las continuas disputas se había marchado a vivir temporalmente». Al parecer, tras una disputa ante la negativa a una posible reconciliación, José Vicente apuñaló varias veces y por sorpresa a su esposa -María Dolores C.S., diez años más joven que él- en el mismo vehículo. Entonces, el presunto asesino aparcó su Mercedes frente a la puerta misma de la comisaría de la Policía Nacional en Murcia, mientras el cadáver ensangrentado descansaba en el asiento del copiloto.
La cabeza de la mujer colgaba ya hacia un lado cuando un agente se asomó a la ventanilla para indicarle al conductor que el aparcamiento frente a la comisaría estaba reservado para vehículos oficiales. «Es mi mujer, la he matado y vengo a entregarme», señaló el acusado.
Y es que, según la defensa, José Vicente M.H, de 64 años de edad y natural de Molina, sufre una celopatía y un trastorno psicótico que lo empujó a cometer este crimen, tal y como lo ratifica un informe elaborado por psiquiatras del hospital Román Alberca. Su Letrado recalcó además que que el acusado ha sufrido una gran merma en sus facultades mentales tras años de consumir morfina sintética. De hecho, el presunto asesino se ha presentado en la sala con evidentes muestras de deterioro físico, apoyado en una muleta y con un caramelo de morfina en la boca.
Durante la sesión de esta mañana tambíen ha intervenido el Ministerio Fiscal, el abogado de la acusación particular, que representa a los tres hijos de la pareja, y el abogado de la acusación popular, presentada por la la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer. Todos ellos han pedido una condena por asesinato dado que "la víctima no pudo defenderse de ninguna manera, ya que fue apuñalada mientras se encontraba sentada en el vehículo familiar y sujeta por el cinturón de seguridad", con el que llego puesto, incluso, a comisaría. La vista, que ha sido suspendida, se reanuda esta tarde a partir de las 16.30.
Según el Fiscal, los hechos ocurrieron el 25 de enero de 2008, poco después de que el acusado recogiera a su esposa en la casa de uno de los hijos, «donde debido a las continuas disputas se había marchado a vivir temporalmente». Al parecer, tras una disputa ante la negativa a una posible reconciliación, José Vicente apuñaló varias veces y por sorpresa a su esposa -María Dolores C.S., diez años más joven que él- en el mismo vehículo. Entonces, el presunto asesino aparcó su Mercedes frente a la puerta misma de la comisaría de la Policía Nacional en Murcia, mientras el cadáver ensangrentado descansaba en el asiento del copiloto.
La cabeza de la mujer colgaba ya hacia un lado cuando un agente se asomó a la ventanilla para indicarle al conductor que el aparcamiento frente a la comisaría estaba reservado para vehículos oficiales. «Es mi mujer, la he matado y vengo a entregarme», señaló el acusado.
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