Su abogado ha señalado en el transcurso de la vista que José Vicente M.H, de 64 años, sufre una celopatía y un trastorno psicótico que lo empujó a cometer el crimen
01.12.09 - 19:53 -
LA VERDAD REGIÓN
01.12.09 - 19:53 -
LA VERDAD REGIÓN
El acusado de matar a su mujer y dejar su cadaver en comisaría ha asegurado hoy en la Audiencia Provincial de Murcia "que la muerte de su esposa se debió únicamente a un accidente y que la llevó ante la policía porque quería ser escoltado para llegar más rápidamente al hospital". De esta forma ha negado la confesión que realizó al agente que lo paró junto a las dependencias policiales, y que ha sido ratificada hoy por ese mismo agente, el cual ha segurado que el presunto asesino le pidió su arma reglamentaria para suicidarse.
Y es que, según ha relatado esta tarde, de forma inverosimil, José Vicente M.H durante la primera sesión del juicio, el sólo blandió un cuchillo para apaciguar la discusión que mantenía que su esposa dentro de su vehículo. Fue entonces cuando ella le quitó el arma e intentó atarcarle, aunque el cuchillo acabó finalmente en el cuerpo de la víctima tras un forcejeo y un volantazo, que ocasionó las dos puñaladas. José Vicente asegura que en ese momento decidió llevarla al hospital, pero que ante el atasco existente en el Puente Viejo de Murcia, optó por acudir a comisaría para ser escoltado. Además, el acusado ha negado que la tenencia del cuchillo apuntara a una agresión premeditada ya que dicha arma llevaba en su coche más de doce años.
Por la mañana, no obstante, la defensa del acusado ha optado por otra estrategia. Según su abogado, José Vicente, de 64 años y natural de Molina, sufre una celopatía -es un celoso compulsivo- y un trastorno psicótico que lo empujó a cometer este crimen, tal y como lo ratifica un informe elaborado por psiquiatras del hospital Román Alberca. Su letrado recalcó además que que el acusado ha sufrido una gran merma en sus facultades mentales tras años de consumir morfina sintética. De hecho, el presunto asesino se ha presentado en la sala con evidentes muestras de deterioro físico, apoyado en una muleta y con un caramelo de morfina en la boca.
El presunto asesino ha reconocido, asimismo, que la pareja no se llevaba bien e insistió en que su esposa nunca le había querido. También ha insistido en que ella salía con otro hombre en esos momentos y en que "una mujer no puede abandonar una familia porque entonces ésta se rompe".
Durante la sesión de la mañana tambíen ha intervenido el Ministerio Fiscal, el abogado de la acusación particular, que representa a los tres hijos de la pareja, y el abogado de la acusación popular, presentada por la la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer. Todos ellos han pedido una condena por asesinato dado que "la víctima no pudo defenderse de ninguna manera, ya que fue apuñalada mientras se encontraba sentada en el vehículo familiar y sujeta por el cinturón de seguridad", con el que llego puesto, incluso, a comisaría.
Según el Fiscal, los hechos ocurrieron el 25 de enero de 2008, poco después de que el acusado recogiera a su esposa en la casa de uno de los hijos, «donde debido a las continuas disputas se había marchado a vivir temporalmente». Al parecer, tras una disputa ante la negativa a una posible reconciliación, José Vicente apuñaló varias veces y por sorpresa a su esposa -María Dolores C.S., diez años más joven que él- en el mismo vehículo. Entonces, el presunto asesino aparcó su Mercedes frente a la puerta misma de la comisaría de la Policía Nacional en Murcia, mientras el cadáver ensangrentado descansaba en el asiento del copiloto.
La cabeza de la mujer colgaba ya hacia un lado cuando un agente se asomó a la ventanilla para indicarle al conductor que el aparcamiento frente a la comisaría estaba reservado para vehículos oficiales. «Es mi mujer, la he matado y vengo a entregarme», señaló el acusado.
Y es que, según ha relatado esta tarde, de forma inverosimil, José Vicente M.H durante la primera sesión del juicio, el sólo blandió un cuchillo para apaciguar la discusión que mantenía que su esposa dentro de su vehículo. Fue entonces cuando ella le quitó el arma e intentó atarcarle, aunque el cuchillo acabó finalmente en el cuerpo de la víctima tras un forcejeo y un volantazo, que ocasionó las dos puñaladas. José Vicente asegura que en ese momento decidió llevarla al hospital, pero que ante el atasco existente en el Puente Viejo de Murcia, optó por acudir a comisaría para ser escoltado. Además, el acusado ha negado que la tenencia del cuchillo apuntara a una agresión premeditada ya que dicha arma llevaba en su coche más de doce años.
Por la mañana, no obstante, la defensa del acusado ha optado por otra estrategia. Según su abogado, José Vicente, de 64 años y natural de Molina, sufre una celopatía -es un celoso compulsivo- y un trastorno psicótico que lo empujó a cometer este crimen, tal y como lo ratifica un informe elaborado por psiquiatras del hospital Román Alberca. Su letrado recalcó además que que el acusado ha sufrido una gran merma en sus facultades mentales tras años de consumir morfina sintética. De hecho, el presunto asesino se ha presentado en la sala con evidentes muestras de deterioro físico, apoyado en una muleta y con un caramelo de morfina en la boca.
El presunto asesino ha reconocido, asimismo, que la pareja no se llevaba bien e insistió en que su esposa nunca le había querido. También ha insistido en que ella salía con otro hombre en esos momentos y en que "una mujer no puede abandonar una familia porque entonces ésta se rompe".
Durante la sesión de la mañana tambíen ha intervenido el Ministerio Fiscal, el abogado de la acusación particular, que representa a los tres hijos de la pareja, y el abogado de la acusación popular, presentada por la la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer. Todos ellos han pedido una condena por asesinato dado que "la víctima no pudo defenderse de ninguna manera, ya que fue apuñalada mientras se encontraba sentada en el vehículo familiar y sujeta por el cinturón de seguridad", con el que llego puesto, incluso, a comisaría.
Según el Fiscal, los hechos ocurrieron el 25 de enero de 2008, poco después de que el acusado recogiera a su esposa en la casa de uno de los hijos, «donde debido a las continuas disputas se había marchado a vivir temporalmente». Al parecer, tras una disputa ante la negativa a una posible reconciliación, José Vicente apuñaló varias veces y por sorpresa a su esposa -María Dolores C.S., diez años más joven que él- en el mismo vehículo. Entonces, el presunto asesino aparcó su Mercedes frente a la puerta misma de la comisaría de la Policía Nacional en Murcia, mientras el cadáver ensangrentado descansaba en el asiento del copiloto.
La cabeza de la mujer colgaba ya hacia un lado cuando un agente se asomó a la ventanilla para indicarle al conductor que el aparcamiento frente a la comisaría estaba reservado para vehículos oficiales. «Es mi mujer, la he matado y vengo a entregarme», señaló el acusado.
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