La propuesta más cara de las seis ganadoras del concurso de ideas es la que proponen Juan Carlos Cartagena y Clavel Arquitectos y costaría 18 millones
15.05.12 - 01:07 -
La puesta en valor y musealización del conjunto arqueológico de San Esteban costará un dineral, pero menos de lo previsto por la Consejería de Cultura y Turismo, que estimaba en 20 millones de euros la inversión necesaria para convertir el arrabal islámico en el imán turístico de la ciudad de Murcia. Las seis propuestas ganadoras del concurso de ideas -los trabajos están expuestos en la planta baja del Colegio Oficial de Arquitectos de Murcia- proponen presupuestos de ejecución material más apretados, aunque el más económico no baja de los 10,3 millones -'Jayun Kabir-Ciudad paraíso', de LabSanEsteban, de los arquitectos Antonio Abellán, Pablo Carbonell, Juan Miguel Galera, Carlos Abadía, Ignacio Bautista y Pablo García- y el más elevado asciende a 18 millones -'A corazón abierto', de los arquitectos Juan Carlos Cartagena, Manuel Clavel y Luis Clavel-.
De momento, la incógnita es qué pasará con estas ideas ganadoras, por cuál de ellas se decidirán finalmente el Ayuntamiento y la Comunidad Autónoma, aunque todo parece indicar que la crisis puede eternizar esta decisión y su puesta en marcha. De momento, ninguna administración habla claramente al respecto. No obstante, mientras resuelvan qué hacer con el yacimiento y mientras consigan la financiación necesaria, 'La Verdad' recoge algunas de las ideas planteadas por los proyectistas en estos trabajos de equipo.
«Un paraíso en la tierra»
El proyecto de LabSanEsteban, el más asequible desde el punto de vista económico -supone una rebaja de 10 millones de euros respecto a los cálculos de Cultura-, sugiere «una nueva monumentalidad» con un Centro de Interpretación de los restos andalusíes -siglos XII y XIII- que tenga el menor impacto posible en el entorno y sea autosuficiente energéticamente. El mayor esfuerzo material y económico se centraría en devolver a la ciudad la totalidad de la superficie de la plaza. LabSanEsteban proyecta un conjunto de boxes de madera, espacios flexibles y móviles que permitirían preservar y adecuar las zonas de reserva arqueológica. Este equipo prevé dos fases arqueológicas y un estudio de los 27 patios donde se ubicarían los postes que sostienen la cubierta, que sería convertida en parque cultural. Este espacio estaría ocupado por un jardín islámico, «lugar de placer, simbolismo del paraíso en la tierra, de paz y seguridad», con un patio árabe y huerto de frutales. Al yacimiento se accedería por una pasarela elevada, que se plantea «como una calle más», y apuestan por peatonalizar la calle Portillo de San Antonio, garantizando el acceso a aparcamientos.
El proyecto de Andrés Cánovas, Nicolás Maruri y Atxu Amann, 'Un museo+un jardín', costaría 17,4 millones de euros, de los que un tercio del presupuesto iría destinado a las estructuras y cubiertas. Este equipo plantea una plaza viva, con una zona de juegos infantiles en el centro y tres accesos. La cubierta permitiría ver el yacimiento, ya que los antiguos patios de las viviendas del arrabal se cubrirían con lucernarios. En el exterior se plantarían más de 200 árboles de gran porte creando un cordón perimetral. En los planos presentados en la exposición también figura un aparcamiento robotizado en altura, de 5 plantas, y con capacidad para 130 coches, en la zona más próxima al hotel NH Amistad, si bien advierten que el impacto del proyecto sobre las ruinas sería nulo.
«Atmósfera de misterio»
El autor del Arqua de Cartagena, Guillermo Vázquez Consuegra, defiende el proyecto 'Colores y sombras', cuyo presupuesto total es de 16,7 millones, de los que un pellizo importante sería para estructura, cimentación, carpintería y cerrajería. Vázquez Consuegra concibe una «delicada estructura estratificada». Abajo, los restos, en un lugar «intenso y misterioso», visible desde la calle. Una plaza superior, y una pergola que aporte luz natural creando una atmósfera «casi piranésica». Para este arquitecto, las ruinas no serán criptas subterráneas. Entre sus propuestas más originales destaca la reproducción de la planta de la ciudad islámica en el hormigón impreso de la plaza, que estaría perforado por dos grandes aberturas, que coinciden con dos patios del entramado urbano del arrabal, que estarían cubiertas de vidrio. También destaca un enrejado de celosías de madera a distintos niveles, para que en el interior del yacimiento se capte la atmósfera bulliciosa del antiguo barrio islámico. Para la musealización, Vázquez Consuegra apuesta por recuperar cinco viviendas, cada una con una temática -el agua, la vida doméstica, la vida en la casa andalusí...- y el oratorio -la espiritualidad-. También habría una osteoteca, donde se exhibiría la colección de huesos, y un almacén-laboratorio para mostrar las piezas más singulares halladas. La entrada al centro de visitantes estaría en el entorno de Libertad con Jerónimo de Roda y habría en superficie «un jardín del paraíso».
'Arriate', del arquitecto Roberto Santatecla, supondría un desembolso para las administraciones de 17,8 millones (11,3 de trabajos arquitectónicos, 11 arqueológicos y 350.000 de restauración). Este proyecto supondría la construcción de una torre-mirador, de 121 metros de nivel, que albergaría espacios para exposiciones, talleres y zona administrativa. La superficie de la plaza reproduciría exactamente el entramado de calles del yacimiento, que estarían marcadas con rasgaduras acristaladas a través de las cuales se colaría la luz natural en el yacimiento. El centro tendría dos entradas (una en calle Burruezo, por la torre-mirador, y otra por Portillo de San Antonio, donde habría una cafetería). El recorrido entre ruinas se haría a través de una pasarela de madera, con tramos acristalados, que bordearía el conjunto del yacimiento.
El arquitecto Martín Lejárraga, con 'Dawla', valora en 15,4 millones el conjunto de la inversión. Una gran cubierta verde domina el espacio de la plaza, con especies de época medieval. El museo tendría 3 plantas desde la superficie hasta la cota del yacimiento: aulas, talleres y cafetería en la primera; exposición permanente y área de investigación, y en la tercera, los restos arqueológicos. Las cajas de luz de la superficie marcan la ubicación de los patios de las casas andalusíes. Habría pasarelas y zonas transitables. De hecho, Martín Lejárraga fija la posibilidad de realizar tres tipos de recorrido -en grupos de hasta 15 personas, aunque se permitiría la entrada libre- por los restos, con calles protegidas con pasarelas de madera y vidrio. Este arquitecto da prioridad a la actuación de conservación preventiva del yacimiento y aplicaría tratamientos curativos para frenar el «proceso gradual de deterioro que está afectando a su integridad física, estabilidad y seguridad».
'A corazón abierto', de Cartagena y Clavel Arquitectos, aboga por la recuperación, uso y valorización tanto del yacimiento como del espacio urbano. Indican que, como los restos, tampoco es trasladable la plaza, cuyo entorno vislumbran peatonal y totalmente integrado con los restos. La propuesta no plantea destruir ningún resto «más allá de los necesarios apoyos de los pilares» de la estructura que protegería los restos. Las baldosas del pavimento convertirían la energía de las pisadas de los viandantes en electricidad. El arbolado del jardín sería de gran porte y rodeado de zonas arbustivas y flores. La entrada al centro de interpretación la ubican junto al oratorio. Desde el exterior se visualizaría el conjunto arqueológico. El recorrido se haría a través de pasarelas de vidrio, paneles, maquetas y pantallas.
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