El teniente de alcalde se ve obligado a parar a unos familiares las obras de dos 'almacenes' en una zona protegida
19.05.12 - 00:53 -
JORGE GARCÍA BADÍA |/ la Verdad
«La piscina no tiene autorización y los muros tampoco. Le hemos paralizado las obras y se le ha exigido que presente un proyecto redactado por un arquitecto para convertir las naves en casas y poder compartimentarlas como viviendas». El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Calasparra y concejal de Obras, José Vélez, ha tenido que hacer de tripas corazón y paralizar las obras que ha acometido uno de sus familiares para levantar dos «naves para uso no agrícola», que curiosamente tienen forma de chalés y se ubican en plena Zepa (zona especial de protección de aves); en concreto, en el Reolid Alto.
La paralización de las obras se ha producido después de que un vecino del Reolid, en la pedanía calasparreña de Valentín, denunciase el pasado 29 de marzo, ante la Guardia Civil, «un delito contra la ordenación del territorio (delito urbanístico)». El denunciante, Fernando M.M., puso además en conocimiento de la Benemérita que «dentro de esta Zepa se está construyendo un chalé de grandes dimensiones, habiéndose iniciado las obras en 2011, estando a punto de finalizar».
Este tercer chalé no es propiedad de familiares del primer teniente de alcalde y sí parece contar con permiso de la Consejería de Agricultura y Agua (junio de 2011) para una vivienda unifamiliar. Pero, a la postre, esta denuncia ha sido la que ha obligado al teniente de alcalde a actuar contra su familia, debido a que el denunciante recordaba que, ya en julio de 2010, «denunció otros hechos similares». Lo hizo ante el Seprona, por «la construcción de dos chalés en zona Zepa».
Al mencionar en la denuncia de marras las otras dos edificaciones, el edil José Vélez se ha visto abocado a «paralizar» las obras de su familia porque, en principio, solo tenían licencia de «naves para uso no agrícola». Al menos, así lo recoge la resolución de la Consejería de Agricultura y Agua del 16 de enero de 2006, que facultó a los familiares del edil y portavoz de la Corporación socialista «a declarar ajustada a derecho la edificación o construcción permanente, a fines industriales o a otros de carácter no agrario, siempre que se haya obtenido licencia prevista en la legislación urbanística».
Las licencias de obras fueron entregadas por el Consistorio en 2007, cuando Vélez era el titular de Urbanismo, pero los trabajos no empezaron hasta 2010. Dos años después, ha tenido que parar las obras de esas «naves para uso no agrícola». Pese a su denominación, lo cierto y sospechoso es que tienen forma de chalés, cuentan con chimeneas y hasta una piscina que se ha excavado y cementado en plena zona de protección de aves de la Sierra del Molino, Embalse del Quípar y Llanos del Cagitán.
El edil de Obras se ha amparado en el vacío legal del permiso concedido en 2006 por Agricultura y Agua para defender que «son naves y no chalés, porque no están compartimentadas y carecen de habitaciones». También se ha mostrado crítico con la denuncia del vecino: «Se ceban conmigo y esto pasa en toda la Región. Si haces dos naves no molesta, pero si haces habitaciones sí molestan a los pájaros».
La denuncia está en un juzgado de Caravaca. Pese a todo, subraya que sus familiares «han pedido permiso a Medio Ambiente y si no lo obtuvieran taparán la piscina y tirarán la valla». En cuanto a las 'naves', habrá que ver si se aprueba el proyecto de un arquitecto. Entonces seguirán pareciendo casas, pero serán del todo legales.
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