Maribel Gómez/ la Verdad
La mala situación de las arcas locales -a las que el equipo de Gobierno va a aplicar un nuevo Plan de Viabilidad aprobado ayer por el Pleno- enseña ya sus dientes. Al reconocimiento de una deuda de 84 millones de euros, se sumó ayer el del portavoz del ejecutivo local, José David Amorós: Las nóminas de los trabajadores del Ayuntamiento están sufriendo retrasos.
Amorós aseguró que se está trabajando «para solucionarlo» y que «se tomarán las medidas necesarias», después de argumentar que el Estado «tiene acaparadas las retribuciones correspondientes a los tributos locales». Preguntado sobre un posible reajuste de plantilla, el portavoz popular volvió a hablar de «medidas de reorientación y reorganización del Ayuntamiento».
El Plan de Viabilidad -que sacó adelante el PP en solitario- se basa a su vez en un Estudio Económico Financiero llevado a cabo por técnicos municipales. El objetivo del plan es conseguir primero «estabilidad presupuestaria», y en segundo, liquidez afrontar el pago de la deuda.
Entre las medidas figura la solicitud al Ministerio de Economía una línea de crédito dedicada por entero al pago de proveedores o un préstamo sindicado al que se opuso el PSOE «por los altos intereses que supondría para el ayuntamiento».
Por su parte el coordinador de IU en Totana, Juan José Cánovas, ha tachado el plan de «inconsistente» y de ser poco más que un «maquillaje» de las cuentas locales. Cánovas cree que la «actualización de impuestos» que incluye «esconde una subida en toda regla».
En cuanto a las facturas halladas sin reconocer por el consistorio -1.300.000 euros- la alcaldesa ha anunciado que se buscará una solución y se creará, si fuera necesario, una comisión para tratar de pagar a los proveedores.
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