Más de cincuenta comerciantes llegados de toda España brindan a los abaraneros los más variados productos en un Mercado Medieval
La Opinión
CLAUDIO CABALLERO «En épocas de crisis, las administraciones deben de esforzarse por ofrecer al ciudadano momentos de entretenimiento y ocio, más, si cabe, si ese ocio no nos cuesta ni un duro». Así se expresó ayer el edil de Promoción Cultural, Festejos Populares y Turismo del ayuntamiento de Abarán, Javier Fernández, un municipio especialmente castigado por la crisis pero que ha querido aprovechar las fiestas de carnaval para ofrecer algo más a sus convecinos montando un mercadillo medieval en la explanada de la Ermita que fue muy bien acogido por todo el pueblo y que ha sido sufragado en su totalidad por empresas de titularidad privada.
Más de cincuenta puestos artesanales llegados de toda España brindaron a los abaraneros los más variados productos, desde quesos y carnes traídos desde el norte de la península ibérica hasta manualidades en madera y vidrio, también de toda España. No faltaron tampoco los elementos esotéricos tan clásicos en este tipo de celebraciones, todo ello amenizado por los disfraces de la época.
Las atracciones para los más pequeños también estuvieron presentes en este mercadillo que se ha hecho por segunda vez en Abarán. Los niños se divirtieron con los cuentacuentos del dragón o fotografiándose con animales como búhos reales, águilas, ponis e incluso serpientes.
Durante todo el mercadillo, la música, también de corte medieval, la puso la asociación juvenil Mazikandú de Abarán y tampoco faltó una jaima árabe para degustar el mejor té y exquisitos dulces.
Por otra parte, también se celebró este fin de semana en el municipio abaranero una exquisita y variada ruta de la tapa a la que se adhirieron más de una docena de bares de la localidad. Además, esta ruta gastronómica se hizo extensiva a los pubs y cafeterías de la denominada ´Zona baja´.
No hay comentarios:
Publicar un comentario