MANUEL G. TALLÓN"Guapa, guapa, la más guapa de Murcia". La Virgen de la Fuensanta llegó ayer a la ciudad desde su santuario en Algezares y lo hizo entre los vítores y aplausos de miles de personas que, como es tradición, esperaban a la patrona en la iglesia del Carmen para sumarse a quienes comenzaron la romería cuatro horas antes y acompañarles hasta la Catedral.
Con un manto morado brocado en oro y donado por Modas Gelen y melena castaña, la Morenica recibió en la sede de la Archicofradía de la Sangre un baño de pétalos después de que tronara una traca que le daba la bienvenida. Bajo los acordes del himno de España, la imagen entró en la Iglesia y posteriormente se dirigió al edificio catedralicio, donde permanecerá hasta el martes 20 de abril asistiendo desde su casa en la ciudad a la celebración de la Semana Santa y las Fiestas de Primavera.
El día 25 de marzo, día de la Encarnación, es la fecha esperada por miles de familias para hacer pasar a sus hijos nacidos en el último año por debajo del manto de la Virgen en una jornada en la que, como sucede cada temporada, se formará una gran cola en la plaza de Belluga. Este acto comenzará a las seis menos cuarto de la tarde y quienes estén interesados en recibir un recuerdo del mismo deberán dar el nombre del niño en la sacristía de la Catedral.
La Fuensanta, que hoy cambiará su manto por otro también morado y conocido como el de los Gusanos, regalado por Federico Bernades Alavedra, fue acompañada desde su santuario en el monte por cientos de romeros, entre los que se encontraba su camarera, Pilar de la Cierva Kirkpatrick, quien a sus 89 años cubrió todo el trayecto a pie y una vez en la ciudad destacó que "afortunadamente el tiempo ha acompañado y luego los murcianos han querido estar aquí junto a su patrona".
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