La primera fase de las intervenciones se ha realizado en el extremo norte del entramado urbano de la judería
28.02.10 - 00:57 - T. M. M. LORCA. / La Verdad
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La primera fase de las excavaciones en el Castillo ha sacado a la luz varias estructuras domésticas de la Baja Edad Media (siglos XIV-XV) pertenecientes al extremo norte del entramado urbano de la judería medieval, según se desprende de la memoria realizada por los técnicos. No ha sido el único hallazgo. También se han encontrado elementos de especial relevancia en la vivienda principal documentada, tales como fragmentos de candiles múltiples o 'janukkiot'.
Los trabajos arqueólogicos han dado más frutos. A lo ya mencionado hay que sumar la aparición de algunos restos constructivos que se podrían identificar con el proceso de formación del barrio bajomedieval de Alcalá, en los años inmediatamente posteriores a la conquista castellana del siglo XIII. «Los distintos estudios de laboratorio que se están desarrollando paralelamente (arqueozoológicos y arqueobotánicos esencialmente) permitirán precisar aspectos decisivos para la comprensión del pasado medieval de sus pobladores, como las características de su dieta o sus estrategias productivas», según se apunta en la memoria.
Por contestar quedan cuestiones como la configuración espacial del Castillo en el período andalusí; la fecha y la forma de creación de la judería en su interior; así como sus límites. «La nueva fase de trabajos arqueológicos en el Castillo, actualmente en marcha, tratará de responder a estos y a otros interrogantes abiertos, todavía sin respuesta».
La intervención arqueológica realizada da comienzo al proceso de estudio histórico-arqueológico, consolidación y puesta en valor de la alcazaba con el fin de adecuar para el uso turístico el espacio oriental del conjunto fortificado. «Esta actuación se realiza en el marco del plan director incluido en el Plan de Dinamización Turística en el que participan la Administración local, regional y estatal. Su objetivo es «configurar, a medio plazo, un parque arqueológico que sirva de nexo de conexión entre el sector musealizado de la Fortaleza del Sol y los restos hallados y conservados en el área del Parador (sinagoga, la casa número siete o los restos almohades) y establecer, de esa forma, un itinerario en el interior del Castillo que permita la visita a los restos arqueológicos de mayor interés, incluida la iglesia de San Clemente y la Puerta del Pescado».
Los trabajos arqueólogicos han dado más frutos. A lo ya mencionado hay que sumar la aparición de algunos restos constructivos que se podrían identificar con el proceso de formación del barrio bajomedieval de Alcalá, en los años inmediatamente posteriores a la conquista castellana del siglo XIII. «Los distintos estudios de laboratorio que se están desarrollando paralelamente (arqueozoológicos y arqueobotánicos esencialmente) permitirán precisar aspectos decisivos para la comprensión del pasado medieval de sus pobladores, como las características de su dieta o sus estrategias productivas», según se apunta en la memoria.
Por contestar quedan cuestiones como la configuración espacial del Castillo en el período andalusí; la fecha y la forma de creación de la judería en su interior; así como sus límites. «La nueva fase de trabajos arqueológicos en el Castillo, actualmente en marcha, tratará de responder a estos y a otros interrogantes abiertos, todavía sin respuesta».
La intervención arqueológica realizada da comienzo al proceso de estudio histórico-arqueológico, consolidación y puesta en valor de la alcazaba con el fin de adecuar para el uso turístico el espacio oriental del conjunto fortificado. «Esta actuación se realiza en el marco del plan director incluido en el Plan de Dinamización Turística en el que participan la Administración local, regional y estatal. Su objetivo es «configurar, a medio plazo, un parque arqueológico que sirva de nexo de conexión entre el sector musealizado de la Fortaleza del Sol y los restos hallados y conservados en el área del Parador (sinagoga, la casa número siete o los restos almohades) y establecer, de esa forma, un itinerario en el interior del Castillo que permita la visita a los restos arqueológicos de mayor interés, incluida la iglesia de San Clemente y la Puerta del Pescado».
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