viernes, 5 de febrero de 2010

LORCA/ Juan Carlos I, la avenida del ruido


La verdad
Los residentes en esta arteria soportan una contaminación acústica anual de 75 decibelios
Los barrios altos y las Alamedas son las zonas más silenciosas, según el estudio presentado por el Ayuntamiento

Era previsible que la Avenida Juan Carlos I se llevara el récord de contaminación acústica seguida muy de cerca por la calle Jerónimo Santa Fe, la confluencia de las calles Avenida Europa y Fuerzas Armadas, la zona central de la calle Ortega Melgares y la Alameda de Cervantes en el cruce con 'El gato'. Los datos los aportaron ayer los técnicos responsables de la elaboración del Mapa Estratégico de Ruidos de la localidad, Antonio Hidalgo y Francisco José López Ponce; y el concejal de Urbanismo, Francisco García.
Según las mediciones llevadas a cabo, los ciudadanos que residen o pasan mucho tiempo en las mencionadas zonas por motivo de trabajo, soportan una densidad media anual de ruido de unos 75 decibelios. Esto supone que 8.000 personas están sometidas a índices de contaminación acústica por encima de los niveles de calidad que recomienda la legislación del año 2003.
Sin embargo, los técnicos aseguran que el nivel de afección en el casco urbano «es similar al que se está registrando en otros municipios, aunque eso no implica que no haya que llevar a cabo un plan de acción como segundo paso tras la elaboración del mapa de ruidos».
El Mapa no refleja la realidad del municipio sino de la bolsa de suelo comprendida entre los límites establecidos por el polígono industrial Los Peñones, Autovía del Mediterráneo, y la Ronda Sur además de la zona Virgen de las Huertas y la antigua Nacional 340 hasta el colegio Ciudad del Sol. Las fuentes del ruido que se han tenido en cuenta han sido el tráfico rodado, el ferroviario y la actividad industrial, aunque la incidencia de estos dos últimos es bastante baja.
No se han contemplado los ruidos denominados 'de ocio' y los de las obras, ya que el estudio se inició en marzo del año pasado y finalizó en octubre para evitar que la remodelación de las calles influyera en las mediciones al no ser un factor fijo. No obstante, desde la empresa responsable del informe matizan que «habrá que ver si la modificación del tráfico en alguna de las calles remodeladas hace variar los índices actuales».
Para elaborar el Mapa, que en realidad contiene unos 250 planos, se han realizado casi 600 mediciones en más de 200 puntos del casco urbano. Dichas mediciones han sido contrastadas con un programa de simulación realizado con cartografía tridimensional, datos catastrales, fuentes de ruido, y receptores. Destaca entre los resultados obtenidos los niveles registrados en centros escolares y hospitales. Uno de los colegios estudiados se ve afectado por niveles de ruidos superiores a 75 decibelios, mientras que otros cinco se encuentran en los 65 decibelios. «Al hablar de estas zonas calientes estamos refiriéndonos según el mapa de simulación. El Ayuntamiento tendrá que actuar ahora para medir 'in situ' y comprobar esos niveles y después tomar las medidas oportunas», apunta el técnico Antonio Hidalgo.
Y del ruido al silencio. El informe explica que la zona de las Alamedas y los barrios altos son las que soportan menor contaminación acústica. «Es algo obvio porque el nivel de tráfico es bastante menor y no son áreas con una importante actividad comercial», añade Hidalgo. El Mapa Estratégico de Ruidos es un documento que, por ley, deben realizar todos los municipios con menos de 100.000 habitantes antes del año 2014.

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