La mercantil recurre el sellado de las instalaciones durante 30 años, dictado por la Consejería tras constatar 117.900 toneladas de vertidos ilegales
26.12.11 -
00:53 -
JORGE G. BADÍA | ./ La Verdad
El empresario Ángel Fenoll afirmó por activa y por pasiva que la resolución de la Dirección General de Medio Ambiente que dictaminaba el cierre y sellado del vertedero de Proambiente durante los próximos treinta años era «un error», pero lo cierto es que tanto la mercantil como el empresario se deben de haber tomado muy en serio 'el error' del Gobierno regional, a tenor de las 60 páginas y del anexo de documentación técnica que conforman el recurso tramitado ante la Consejería de Presidencia el 21 de noviembre, en el que solicitan «suspender la resolución de Medio Ambiente hasta resolución expresa y definitiva del recurso de alzada». La empresa alerta de que el cierre llevará a 200 familias al paro.
El recurso al que ha tenido acceso este diario califica la resolución de Medio Ambiente de «desproporcionada e incongruente», y alerta de que «el cese cautelar de la actividad no se contempla en la Ley de Protección Ambiental Integrada». Según Proambiente, sus alegaciones justifican «la ausencia de riesgos para el medioambiente y las personas con la continuación de la actividad en el vaso 3», pese a que los técnicos del Servicio de Vigilancia e Inspección Ambiental constataron en siete inspecciones al paraje de La Solana de la Sierra de Abanilla, donde se ubica la planta, la presencia de 117.900 toneladas de vertidos ilegales. La mercantil recuerda a Presidencia que «ha venido ejerciendo su actividad en suelo declarado por el Plan General de Ordenación Urbana de Abanilla como No Urbanizable de Explotación de Residuos Sólidos Urbanos».
La mercantil concluye que «no se trata de una actividad de vertedero que se realice de forma clandestina» aunque 'las visitas' de la benemérita y Medio Ambiente destaparon la presencia de 93.600 toneladas métricas de residuos sólidos urbanos sin tratamiento en el vaso 5 y un total de 13.500 toneladas de basura en los vasos 1 y 2, que se suponían sellados desde 2005 tras la muerte de un trabajador. La mercantil defiende a capa y espada que «el único vaso que estaba funcionando hasta notificársele el cierre era el vaso 3».
El objetivo del recurso de 60 páginas aportado por la mercantil es tratar de preservar la actividad del vaso número 3, el único del vertedero que cuenta con permiso de actividad y para el que han pedido su ampliación, pese a que el consistorio oriolano presentó alegaciones en contra del vaso Abanilla-Crevillente porque «invadía» el término de Orihuela. De producirse el cierre del vertedero, advierten a la consejería de Presidencia que implicaría «la pérdida de un elevadísimo número de puestos de trabajo, y que afectaría a 200 familias».
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