Ayuntamiento, Cultura y la familia Lis y Pidal mantienen hoy un encuentro para abordar su situación
22.09.11 - 00:40 -
El Castillo de Los Vélez se resiste a caer en el olvido y sigue añadiendo más páginas a su historia, aunque estos últimos capítulos están muy alejados del esplendor de antaño y más próximos a la decadencia que sufre la fortificación. Ante el abandono, el vandalismo y la suciedad que empieza a poblar esta pieza fundamental en la historia de Mula, este verano, el Ayuntamiento volvió a mover ficha advirtiendo de esta situación tanto a la Comunidad Autónoma como a sus propietarios, remitiéndoles dos informes elaborados por la Policía Local y el arquitecto municipal.
Esta actuación municipal parece que empieza a recoger sus frutos y hoy los herederos y titulares registrales de la fortificación, la familia de Lis y Pidal, se desplazarán a Mula para mantener una reunión a tres bandas convocada por la Dirección General de Bienes Culturales con la asistencia de algún representante de la corporación. El encuentro se producirá después de que técnicos de la Dirección General remitiesen a los herederos un tercer informe basado en la inspección visual que realizaron por el Castillo de Mula y su entorno, a petición del Consistorio. En el informe de Bienes Culturales se corrobora la preocupación mostrada en agosto por el alcalde, José Iborra, quien llegó a asegurar que «nuestro castillo está en peligro».
Según el informe, la fortificación se enfrenta a cuatro problemas: «Seguridad, suciedad, degradación de la restauración de los años 80 y la propia degradación del Castillo». A la hora de determinar cuáles son las zonas más afectadas por el abandono, la Dirección General concluye que existe, «una afección generalizada en su conjunto, especialmente en la seguridad de los accesos».
Obligación como propietario
Ante el peligro que puede entrañar para las personas que siguen acercándose al Castillo por cuestiones turísticas o por otras menos deseables -como el 'botelleo'- la Comunidad Autónoma notificó a la familia Beltrán de Lis y Pidal «la falta de seguridad y sus obligaciones como propietarios» solicitándoles la elaboración de «un proyecto de seguridad».
Bienes Culturales fija como actuación prioritaria «garantizar los accesos», y recuerda, que «los propietarios de un BIC tienen el deber de conservarlo y permitir que sea visitado». Desde la Comunidad Autónoma subrayan que su postura respecto al estado que presenta la fortaleza será la que «ha venido manteniendo respecto a los demás Bienes de Interés Cultural: recordarle a los propietarios sus deberes de mantenimiento, limpieza, conservación y seguridad que indica la ley de patrimonio, y a los ayuntamientos, el ejercicio de sus competencias»
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