La Verdad
El seísmo, que no causó daños materiales ni personales, se dejó sentir también en Ceutí Murcia, Alguazas, Lorquí, Archena, Fortuna y Las Torres de Cotillas
Buena parte de la Región se despertó ayer sacudida por un terremoto de magnitud 2,9 en la escala de Ritcher. Aunque el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ubicó el epicentro al Noroeste de Santomera, junto al embalse, lo situó en una zona próxima al Coto Cuadros que pertenece en realidad al término municipal de Murcia. En cualquier caso, el movimiento, registrado a las 7.33 horas y con una duración de apenas unos segundos, se dejó sentir, además de en estos dos municipios, al menos en Molina de Segura, Alguazas, Ceutí, Lorquí, Archena, Fortuna y Las Torres de Cotillas. El seísmo no ocasionó daños personales ni materiales
Según los datos aportados por los usuarios a través de la web del IGN, los lugares donde con mayor virulencia se manifestó el seísmo fueron las urbanizaciones de Los Conejos, La Alcayna y Altorreal, todas ellas en Molina de Segura. En la primera alcanzó una intensidad de cuatro puntos sobre una escala de doce, lo que se traduce en un temblor claramente perceptible pero nada destructivo. De hecho, durante la jornada de ayer no se registraron daños de ningún tipo, ni personales ni materiales, como tampoco réplicas.
El Teléfono Único de Emergencias 112 registró varias llamadas minutos después del suceso de ciudadanos que deseaban realizar consultas sobre lo ocurrido. Por la hora en que ocurrió y su corta duración, fueron pocos los vecinos que notaron el seísmo. Uno de ellos fue Francisco Javier Soto, que en esos momentos se encontraba de servicio en el Centro de Coordinación de Emergencias, en la murciana avenida Miguel de Cervantes: «He visto cómo se movía la mesa, pero hasta que no hemos empezado a recibir las llamadas he pensado que era porque algún compañero le había dado un golpe», explica.
Ni los miembros de la Policía Local ni los voluntarios del 112 de Santomera que se encontraban de servicio llegaron a percibir el movimiento. Sí que lo sintieron los agentes de Lorquí, que a su vez fueron alertados por varios vecinos que, como ellos, habían notado el temblor: «Fue un golpe fuerte y seco». También lo notaron los vecinos de las urbanizaciones de Altorreal y La Alcayna, donde se sintió con mayor intensidad que en el casco urbano de Molina de Segura.
El seísmo, que no causó daños materiales ni personales, se dejó sentir también en Ceutí Murcia, Alguazas, Lorquí, Archena, Fortuna y Las Torres de Cotillas
Buena parte de la Región se despertó ayer sacudida por un terremoto de magnitud 2,9 en la escala de Ritcher. Aunque el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ubicó el epicentro al Noroeste de Santomera, junto al embalse, lo situó en una zona próxima al Coto Cuadros que pertenece en realidad al término municipal de Murcia. En cualquier caso, el movimiento, registrado a las 7.33 horas y con una duración de apenas unos segundos, se dejó sentir, además de en estos dos municipios, al menos en Molina de Segura, Alguazas, Ceutí, Lorquí, Archena, Fortuna y Las Torres de Cotillas. El seísmo no ocasionó daños personales ni materiales
Según los datos aportados por los usuarios a través de la web del IGN, los lugares donde con mayor virulencia se manifestó el seísmo fueron las urbanizaciones de Los Conejos, La Alcayna y Altorreal, todas ellas en Molina de Segura. En la primera alcanzó una intensidad de cuatro puntos sobre una escala de doce, lo que se traduce en un temblor claramente perceptible pero nada destructivo. De hecho, durante la jornada de ayer no se registraron daños de ningún tipo, ni personales ni materiales, como tampoco réplicas.
El Teléfono Único de Emergencias 112 registró varias llamadas minutos después del suceso de ciudadanos que deseaban realizar consultas sobre lo ocurrido. Por la hora en que ocurrió y su corta duración, fueron pocos los vecinos que notaron el seísmo. Uno de ellos fue Francisco Javier Soto, que en esos momentos se encontraba de servicio en el Centro de Coordinación de Emergencias, en la murciana avenida Miguel de Cervantes: «He visto cómo se movía la mesa, pero hasta que no hemos empezado a recibir las llamadas he pensado que era porque algún compañero le había dado un golpe», explica.
Ni los miembros de la Policía Local ni los voluntarios del 112 de Santomera que se encontraban de servicio llegaron a percibir el movimiento. Sí que lo sintieron los agentes de Lorquí, que a su vez fueron alertados por varios vecinos que, como ellos, habían notado el temblor: «Fue un golpe fuerte y seco». También lo notaron los vecinos de las urbanizaciones de Altorreal y La Alcayna, donde se sintió con mayor intensidad que en el casco urbano de Molina de Segura.
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