Los ladrones rompieron una gruesa cadena con la que se cerraba la verja en el mausoleo de la familia Parra, que es uno de los declarados BIC
A.S./ Lorca/ La Verdad
Dos antiguos candelabros de bronce han desaparecido del interior de uno de los mausoleos que existen en la calle principal del cementerio de San Clemente, la denominada de Santa María. Todo parece indicar que los ladrones tuvieron que cortar una gruesa cadena que se completaba con un candado que cerraba la verja de hierro que da acceso a la capilla.
Al descubrir el robo hace unos días, una representante de los propietarios del panteón presentó denuncia en la Comisaría de Policía, a la que ha adjuntado fotos de los candelabros desaparecidos, que son de cierta antigüedad y que datan de la fecha en que se construyó esta capilla en la segunda década del cementerio que se había inaugurado en 1900.
La calle en que se encuentra el panteón pertenece a la familia Parra, aunque originariamente, y según consta en un rótulo labrado en piedra, en la parte alta de la fachada, fue dedicado por Antonio Romero García de Alcaraz a su esposa Concha Parra Fernández Ossorio.
Los dos candelabros robados son una interesante obra en bronce, de más de un metro de altura con dos cuerpos para sustentar un total de nueve velas. Fueron restaurados hace unos años por un artesano lorquino que los dejó tal y como muestra la foto.
Este robo tiene el daño añadido de que los objetos sustraídos, además de un interés por sí solos, estaban dentro de una de las capillas que están declaradas como Bienes de Interés Cultural (BIC) por la Comunidad Autónoma, con lo que se puede interpretar como un daño al patrimonio cultural de Lorca.
La calle central y alguna otra zona antigua del cementerio reúne un grupo de panteones neogóticas en unos casos, o con diseños vernáculos que recuerdan la arquitectura barroca lorquina, decorados con motivos figurativos, en otros, junto a cap illas como la que ha sido objeto del robo más sencillas en su arquitectura pero con indudable interés.
En general, este grupo de panteones están realizados combinando la piedra y el ladrillo, y en sus fachadas abundan las labores de talla, tanto de tipo figurativo como en molduras y adornos. El conjunto hace pensar en la existencia de un nutrido taller de escultores en ese momento.
Dos antiguos candelabros de bronce han desaparecido del interior de uno de los mausoleos que existen en la calle principal del cementerio de San Clemente, la denominada de Santa María. Todo parece indicar que los ladrones tuvieron que cortar una gruesa cadena que se completaba con un candado que cerraba la verja de hierro que da acceso a la capilla.
Al descubrir el robo hace unos días, una representante de los propietarios del panteón presentó denuncia en la Comisaría de Policía, a la que ha adjuntado fotos de los candelabros desaparecidos, que son de cierta antigüedad y que datan de la fecha en que se construyó esta capilla en la segunda década del cementerio que se había inaugurado en 1900.
La calle en que se encuentra el panteón pertenece a la familia Parra, aunque originariamente, y según consta en un rótulo labrado en piedra, en la parte alta de la fachada, fue dedicado por Antonio Romero García de Alcaraz a su esposa Concha Parra Fernández Ossorio.
Los dos candelabros robados son una interesante obra en bronce, de más de un metro de altura con dos cuerpos para sustentar un total de nueve velas. Fueron restaurados hace unos años por un artesano lorquino que los dejó tal y como muestra la foto.
Este robo tiene el daño añadido de que los objetos sustraídos, además de un interés por sí solos, estaban dentro de una de las capillas que están declaradas como Bienes de Interés Cultural (BIC) por la Comunidad Autónoma, con lo que se puede interpretar como un daño al patrimonio cultural de Lorca.
La calle central y alguna otra zona antigua del cementerio reúne un grupo de panteones neogóticas en unos casos, o con diseños vernáculos que recuerdan la arquitectura barroca lorquina, decorados con motivos figurativos, en otros, junto a cap illas como la que ha sido objeto del robo más sencillas en su arquitectura pero con indudable interés.
En general, este grupo de panteones están realizados combinando la piedra y el ladrillo, y en sus fachadas abundan las labores de talla, tanto de tipo figurativo como en molduras y adornos. El conjunto hace pensar en la existencia de un nutrido taller de escultores en ese momento.
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