La Guardia Civil investiga qué responsabilidad tuvieron los empleados de seguridad y el chico, de 20 años, está en la UCI
La Opinión
O. L. T. Un joven de 20 años vecino de Águilas permanece en coma y en estado muy grave ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Virgen de la Arrixaca con varias fracturas en el cráneo. El chico, que se llama Juan Miguel, fue ingresado con múltiples golpes en la cabeza después de una pelea con los porteros de la discoteca Tuareg de Águilas.
Los amigos que acompañaban al joven en la madrugada del domingo aseguran que «los porteros lo sacaron de la discoteca dándole palos por todo el cuerpo y por la cabeza, y luego lo dejaron tirado en el suelo del aparcamiento». Así lo han declarado en la denuncia contra los empleados de seguridad de Tuareg que ayer por la mañana se interpuso en el cuartel de la Guardia Civil de Águilas.
Los porteros tomaron la decisión de echar al joven del local «porque tuvo una actitud violenta con otro, pero nada tan grave como para que te maten a palos», explicaba ayer a LA OPINIÓN un amigo del joven herido, que prefiere mantener su identidad en el anonimato por miedo a represalias.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado y, después de que presuntamente el joven recibiera los golpes de los porteros, los testigos llamaron a los servicios de Emergencias, que trasladaron al joven en ambulancia al centro de salud de la localidad. Una vez examinado, el chico se marchó a su domicilio, «pero al poco tiempo de estar en su casa cayó inconsciente y tuvo que ser trasladado a la Arrixaca», detalla su amigo, que indica que ´Juanmi´ era cliente habitual de la discoteca. En el hospital le han inducido el coma por la gravedad de su estado de salud, ya que presenta varias fracturas en el cráneo, según el entorno del joven.
La Policía Judicial de la Guardia Civil trata de esclarecer qué participación tuvieron los porteros en la agresión, y en la jornada de ayer se les tomó declaración. Además de interrogar a los empleados de seguridad involucrados en el suceso, los agentes llamaron a declarar a los dueños del local, según fuentes cercanas a la investigación.
El encargado de personal de la discoteca Tuareg confirmaba ayer la noticia de la pelea a esta redacción, pero no quiso hacer declaraciones al respecto «sin autorización de mis jefes». Esta redacción intentó sin éxito obtener la versión de los propietarios del establecimiento.
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