La oposición abandona el Pleno después de que el alcalde afirme que se siente «legitimado» para continuar en su cargo
27.07.11 - 00:39 - «Estoy harto de comunistas de mierda», «socialistas faisanes», y sobre todo, «¡viva Matías Carrillo!». Éstas fueron algunas de las arengas más repetidas antes, durante y tras la finalización del Pleno que ayer puso sobre la mesa la dimisión de Matías Carrillo tras su condena por comprar votos. El Pleno estuvo marcado por la fuerte presencia de Policía Local y Guardia Civil en todo el perímetro que rodea al Ayuntamiento de Fortuna. Si bien no se repitieron los enfrentamientos del verano de 1987 tras el 'pacto antinatura' entre PSOE y PP, lo cierto es que el Pleno de ayer evidenció la crispación existente entre la ciudadanía, dividida entre devotos y opositores del alcalde, condenado a 12 años de inhabilitación.
Esta división quedó ayer representada en el primer pleno ordinario tras el fallo de la Audiencia Provincial, al que fueron convocados ocho agentes de la Policía Local, junto con la 'friolera' de 30 efectivos de la unidad Lince de la Guardia Civil «para garantizar la seguridad», según los mandos de esta unidad.
Desde las ocho de la mañana, comenzaban a llegar los primeros vecinos para ocupar asiento en el salón de plenos -algo inaudito en los diarios de sesiones-. Pasadas las nueve estaban ocupadas ya todas las sillas, en su mayoría por los pedáneos del PP, simpatizantes y exediles populares como José Marco (Policía Local) y Javiera Méndez (Sanidad).
Los ánimos estaban tan crispados entre los seguidores de Carrillo que algunos asistentes al pleno «trataban de impedir» que la mujer del portavoz de IU, Salvador Alarcón se sentase en el salón. «Le han llegado a decir que los asientos estaban reservados y le han dicho que a los comunistas nos tenían que tirar por el balcón», se lamentaba Alarcón. Pese a todo, un minuto antes de las diez de la mañana, el respetable se ponía en pie para recibir al alcalde entre aplausos.
De esta forma comenzaba una sesión tensa que en solo tres minutos liquidaba los tres primeros puntos del orden del día destacando la reelección por unanimidad de José Herrero Pagán como juez de paz.
Gritos a la moción
El punto cuatro -el de la dimisión de Carrillo- llegaba ante un salón de plenos abarrotado por un centenar de vecinos, además de varias decenas apostados en la puerta para no perder comba del rifirrafe político. Durante 50 minutos se debatía el punto que una vez más -tras las críticas regionales de PSOE, IU y UPyD- pedía públicamente la marcha del primer edil.
El portavoz de IU, Salvador Alarcón, defendía la moción de su grupo «porque ningún vecino merece tener un alcalde con semejante lacra encima, una condena, porque usted ya no es presunto inocente ni alcalde desde 2003». Alarcón pedía el voto favorable de los seis ediles del PP, «porque si no seréis compañeros de fechorías y tendréis responsabilidades políticas dentro de 18 meses cuando el Tribunal Supremo se pronuncie sobre la condena del alcalde».
La petición del voto popular por parte del portavoz de IU recibía como respuesta los gritos de la sala, mientras que Matías Carrillo llamaba al orden por enésima vez. Por su parte, el portavoz del PSOE, Alonso Ruiz, apoyaba la moción de Izquierda Unida pidiendo la dimisión del alcalde y recordando que «nunca pedimos la dimisión antes ni durante el proceso judicial, pero con la condena, ahora el alcalde no tiene justificación para agarrarse al sillón».
«Quieren mi cabeza»
El alcalde de Fortuna respondió a la moción en los términos esperables: sacando músculo político. «No le voy a dar el gusto ni a Salvador Alarcón ni a su grupo -IU- de presentar la dimisión. Me siento legitimado para dirigir este ayuntamiento y el pueblo», aseguró, zanjando cualquier atisbo de duda sobre su marcha. «No comparto la sentencia porque me condenan sin pruebas. Ni un solo testigo me señaló en el juicio. La oposición quiere un trofeo de caza quieren mi cabeza, pero no se la daré».
La votación se saldaba con siete votos en contra del PP, y seis a favor de la oposición, tumbando la moción de dimisión. Era entonces cuando los dos ediles de IU indicaban al secretario municipal que abandonaban la sala «porque no estamos dispuestos a seguir en un pleno donde el presidente es un condenado». Entre los abucheos del público también abandonaba la sesión el PSOE. El alcalde apostillaba a la salida de los ediles que «queda claro que el orden del día para la oposición es la cabeza de Matías Carrillo». Pese a todo la sesión se prolongaba hasta las 11.50 horas con otros siete puntos, entre ellos una moción para publicar en la web municipal el patrimonio y bienes de la corporación, rechazada por el PP con la ausencia de PSOE e IU. El alcalde, visiblemente emocionado, abandonaba el salón de plenos ovacionado y entre gritos de «¡Matías, amigo, el pueblo está contigo!».
No hay comentarios:
Publicar un comentario