La Verdad
La demanda de plazas para estudiar en el Conservatorio Profesional de Música de Murcia ha superado este curso todas las previsiones, y ha obligado a rechazar las solicitudes de casi 200 escolares que pretendían cursar primer curso del grado Elemental. Las solicitudes de plaza de nuevos alumnos se han duplicado, y al centro le ha resultado imposible atender todas las peticiones. Si el año pasado se presentaron poco más de 200 solicitudes para primer curso (al que pueden acceder niños de ocho años) éste se ha llegado al medio millar. Así, casi 200 escolares se han quedado finalmente sin plaza.
Los escolares aspirantes a estudiar primer curso tuvieron que realizar unas pruebas de aptitud, en las que los tribunales no evalúan los conocimientos musicales, pero sí las condiciones de los chicos para aprender música.
La alta demanda de plazas responde, considera el director de la institución docente, Jonathan Rives, a la calidad de las enseñanzas que se imparten. «Cuando tanta gente quiere estudiar aquí es por algo, pero precisamente se consigue ese nivel manteniendo unas ratios reducidas. El Conservatorio no puede crecer de forma aritmética», afirma.
En los cursos siguientes al grado elemental y de medio, al que puede acceder cualquier alumno que supere las pruebas sin necesidad de haber cursado los niveles anteriores, el Conservatorio ha podido atender todas las solicitudes. «En los primeros cursos estamos incluso sobredotados, pero no deberíamos crecer más si queremos mantener este nivel de calidad», asegura Rives.
La demanda de plazas para estudiar en el Conservatorio Profesional de Música de Murcia ha superado este curso todas las previsiones, y ha obligado a rechazar las solicitudes de casi 200 escolares que pretendían cursar primer curso del grado Elemental. Las solicitudes de plaza de nuevos alumnos se han duplicado, y al centro le ha resultado imposible atender todas las peticiones. Si el año pasado se presentaron poco más de 200 solicitudes para primer curso (al que pueden acceder niños de ocho años) éste se ha llegado al medio millar. Así, casi 200 escolares se han quedado finalmente sin plaza.
Los escolares aspirantes a estudiar primer curso tuvieron que realizar unas pruebas de aptitud, en las que los tribunales no evalúan los conocimientos musicales, pero sí las condiciones de los chicos para aprender música.
La alta demanda de plazas responde, considera el director de la institución docente, Jonathan Rives, a la calidad de las enseñanzas que se imparten. «Cuando tanta gente quiere estudiar aquí es por algo, pero precisamente se consigue ese nivel manteniendo unas ratios reducidas. El Conservatorio no puede crecer de forma aritmética», afirma.
En los cursos siguientes al grado elemental y de medio, al que puede acceder cualquier alumno que supere las pruebas sin necesidad de haber cursado los niveles anteriores, el Conservatorio ha podido atender todas las solicitudes. «En los primeros cursos estamos incluso sobredotados, pero no deberíamos crecer más si queremos mantener este nivel de calidad», asegura Rives.
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