ANTONIO GÓMEZ / La Verdad
Llegaron para atender una llamada que alertaba de perros peligrosos y su olfato los llevó a descubrir la cueva de la marihuana. Agentes de la Policía Local que patrullaban en los Casones de la Fuente de Cieza descubrieron el martes una plantación de marihuana oculta en el interior de una cavidad, deteniendo a su propietario por un presunto delito contra la Salud Pública.
Los hechos ocurrieron hacia las siete y media de la tarde, cuando los agentes acudieron a una llamada de un vecino porque, al parecer, unos perros pitbull estaban merodeando por la zona. Localizados los perros y mientras esperaban la llegada del servicio de recogida de animales, los agentes observaron unas plantas de marihuana en un huerto cercano de más de un metro de altura, así como una luz que salía de una cueva excavada en la roca.
Focos y ventiladores
Tras identificar al propietario del huerto, inspeccionaron también la cueva, descubriendo en su interior lo que, al parecer, era una plantación ilegal de marihuana, compuesta por numerosos maceteros que eran iluminados por dos grandes focos-calentadores que colgaban del techo, así como refrigerados por ventiladores instalados en un orificio que daba al exterior de la cavidad y varios transformadores que proporcionaban energía al montaje. Los policías pudieron relacionar esta plantación con la que observaron inicialmente, cuyo propietario resultó ser R.F.M., natural de Tarrasa y residente en Cieza, quien fue puesto a disposición de la Guardia Civil.
Llegaron para atender una llamada que alertaba de perros peligrosos y su olfato los llevó a descubrir la cueva de la marihuana. Agentes de la Policía Local que patrullaban en los Casones de la Fuente de Cieza descubrieron el martes una plantación de marihuana oculta en el interior de una cavidad, deteniendo a su propietario por un presunto delito contra la Salud Pública.
Los hechos ocurrieron hacia las siete y media de la tarde, cuando los agentes acudieron a una llamada de un vecino porque, al parecer, unos perros pitbull estaban merodeando por la zona. Localizados los perros y mientras esperaban la llegada del servicio de recogida de animales, los agentes observaron unas plantas de marihuana en un huerto cercano de más de un metro de altura, así como una luz que salía de una cueva excavada en la roca.
Focos y ventiladores
Tras identificar al propietario del huerto, inspeccionaron también la cueva, descubriendo en su interior lo que, al parecer, era una plantación ilegal de marihuana, compuesta por numerosos maceteros que eran iluminados por dos grandes focos-calentadores que colgaban del techo, así como refrigerados por ventiladores instalados en un orificio que daba al exterior de la cavidad y varios transformadores que proporcionaban energía al montaje. Los policías pudieron relacionar esta plantación con la que observaron inicialmente, cuyo propietario resultó ser R.F.M., natural de Tarrasa y residente en Cieza, quien fue puesto a disposición de la Guardia Civil.
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