20.07.09 -
P. W. / R. F. MURCIA/ la Verdad
El ex alcalde Miguel Navarro es sospechoso no sólo de haber consentido el descontrol absoluto y la ausencia de fiscalización de las cuentas de Limusa, sino además de haberse aprovechado personalmente de ello. En concreto, lo habría hecho cargando a la empresa pública las cuentas de comidas en restaurantes y marisquerías cercanos a su chalé de Calabardina (Águilas), celebrados en fines de semana y festivos, y que según el juez no tendrían justificación por razón de su cargo. El propio Navarro admitió en su declaración, tras ser detenido, que quizás, «por error», había pasado a Limusa la factura de alguna comida celebrada con su familia.
En su relato de hechos, el magistrado reseña que Navarro, como alcalde de la localidad y presidente de Limusa, autorizó diversas modificaciones presupuestarias para la empresa de limpieza. Así, en el 2002, la modificación aprobada por el Consistorio fue de 38.000 euros; en el 2003, de 150.000 euros; en el 2004, de 120.000 euros; en el 2005, de 169.000 euros; en el 2006, de 281.000 euros, y en el 2008, de 116.000 euros. Casi 900.000 euros (unos 150 millones de pesetas). Navarro, sin embargo, dimitó como alcalde en el año 2006, por lo que las últimas modificaciones presupuestarias no pueden serle imputadas a su persona.
P. W. / R. F. MURCIA/ la Verdad
El ex alcalde Miguel Navarro es sospechoso no sólo de haber consentido el descontrol absoluto y la ausencia de fiscalización de las cuentas de Limusa, sino además de haberse aprovechado personalmente de ello. En concreto, lo habría hecho cargando a la empresa pública las cuentas de comidas en restaurantes y marisquerías cercanos a su chalé de Calabardina (Águilas), celebrados en fines de semana y festivos, y que según el juez no tendrían justificación por razón de su cargo. El propio Navarro admitió en su declaración, tras ser detenido, que quizás, «por error», había pasado a Limusa la factura de alguna comida celebrada con su familia.
En su relato de hechos, el magistrado reseña que Navarro, como alcalde de la localidad y presidente de Limusa, autorizó diversas modificaciones presupuestarias para la empresa de limpieza. Así, en el 2002, la modificación aprobada por el Consistorio fue de 38.000 euros; en el 2003, de 150.000 euros; en el 2004, de 120.000 euros; en el 2005, de 169.000 euros; en el 2006, de 281.000 euros, y en el 2008, de 116.000 euros. Casi 900.000 euros (unos 150 millones de pesetas). Navarro, sin embargo, dimitó como alcalde en el año 2006, por lo que las últimas modificaciones presupuestarias no pueden serle imputadas a su persona.
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