Los 270 jóvenes de la expedición Ruta Quetzal, procedentes de 53 países, participan en la inauguración de un monolito en reconocimiento a la labor del descubridor cartagenero13.07.09 -
ANTONIO LÓPEZ CARTAGENA/ La Verdad
Descubrió Nueva Zelanda junto a Juan Jufré a finales de 1576 y fue el primero en darse cuenta que navegando más alejado de la costa la ruta norte-sur entre el Callao (Perú) y Valparaíso (Chile) se acortaban de tres meses a 30 días. Fue en ese mismo viaje donde también descubrió, en el Oceano Pacífico frente a la costa chilena, el archipiélago que lleva su mismo nombre, Juan Fernández, compuesto por las noveladas islas Robinson Crusoe, Alejandro Selkirk y el islote Santa Clara.
Las innumerables hazañas del marino cartagenero Juan Fernández, desconocido en su tierra y admirado en toda Latinoamérica, han sido razones más que suficientes para que su ciudad natal le rindiera ayer un tardío pero justo y merecido homenaje, y de paso saldó con él una cuenta pendiente.
En el homenaje de reconocimiento a este insigne cartagenero participaron los 270 jóvenes que este año disfrutan de la expedición Ruta Quetzal y que ayer llegaron al puerto de Cartagena a bordo de la fragata Galicia de la Armada Española, acompañados por el periodista y aventurero Miguel De la Cuadra-Salcedo.
Conociendo la historia
Los jóvenes fueron recibidos en la puerta del Palacio Consistorial por a alcaldesa Pilar Barreiro, donde recibieron una charla a cargo de la arqueóloga y directora del Museo del Teatro Romano, Elena Ruiz Valderas, sobre Aníbal y su tiempo.
Tras su visita al yacimiento, los expedicionarios, procedentes de 53 países de todo el mundo, asistieron a la inauguración de un monolito en homenaje a Juan Fernández en la calle que lleva su nombre. El monumento recuerda el descubrimiento del archipiélago por parte del marino cartagenero y hace alusión a su participación en el primer contacto de marinos occidentales con Australia y Nueva Zelanda.
En su interior Barreiro depositó una pequeña caja que contenía un pedazo de una especie de palmera que sólo se puede encontrar en el archipiélago de Juan Fernández llamada Chonta.
En el acto de homenaje el director de la expedición, Miguel de la Cuadra, anunció que esta misma semana el Ayuntamiento ha recibido una carta de parte de las autoridades chilenas para pedir hermanarse con Cartagena. Barreiro recogió el guante y dijo que sería un placer.
De la Cuadra invitó a intervenir en el acto a la única becaria cartagenera de esta expedición, Tatiana Evlampiev Armero que, además de entregar una placa conmemorativa a la alcaldesa, dijo haber tenido muchas dificultades para encontrar información sobre el ilustre Juan Fernández, pero que la poca que le sirvió para hacer el trabajo que la llevó a ser seleccionada para participar en el expedición, la encontró en el archivo municipal de Cartagena.
La expedición
Los participantes en la cuarta edición de la Ruta Quetzal están haciendo un recorrido por los lugares emblemáticos por donde pasó Juan Fernández: Madrid, Castilla León, La Rioja, y embarcados en el buque Galicia Valencia, Málaga y Cádiz.
Tras esta primera parte de la expedición, en diciembre viajarán a Chile y al archipiélago Juan Fernández para rememorar la aventura del marinero escocés Alexander Selkirk, náufrago que inspiró el personaje de Robinsón Crusoe al novelista Daniel Dafoe al ser abandonado en la isla en 1704.
Las innumerables hazañas del marino cartagenero Juan Fernández, desconocido en su tierra y admirado en toda Latinoamérica, han sido razones más que suficientes para que su ciudad natal le rindiera ayer un tardío pero justo y merecido homenaje, y de paso saldó con él una cuenta pendiente.
En el homenaje de reconocimiento a este insigne cartagenero participaron los 270 jóvenes que este año disfrutan de la expedición Ruta Quetzal y que ayer llegaron al puerto de Cartagena a bordo de la fragata Galicia de la Armada Española, acompañados por el periodista y aventurero Miguel De la Cuadra-Salcedo.
Conociendo la historia
Los jóvenes fueron recibidos en la puerta del Palacio Consistorial por a alcaldesa Pilar Barreiro, donde recibieron una charla a cargo de la arqueóloga y directora del Museo del Teatro Romano, Elena Ruiz Valderas, sobre Aníbal y su tiempo.
Tras su visita al yacimiento, los expedicionarios, procedentes de 53 países de todo el mundo, asistieron a la inauguración de un monolito en homenaje a Juan Fernández en la calle que lleva su nombre. El monumento recuerda el descubrimiento del archipiélago por parte del marino cartagenero y hace alusión a su participación en el primer contacto de marinos occidentales con Australia y Nueva Zelanda.
En su interior Barreiro depositó una pequeña caja que contenía un pedazo de una especie de palmera que sólo se puede encontrar en el archipiélago de Juan Fernández llamada Chonta.
En el acto de homenaje el director de la expedición, Miguel de la Cuadra, anunció que esta misma semana el Ayuntamiento ha recibido una carta de parte de las autoridades chilenas para pedir hermanarse con Cartagena. Barreiro recogió el guante y dijo que sería un placer.
De la Cuadra invitó a intervenir en el acto a la única becaria cartagenera de esta expedición, Tatiana Evlampiev Armero que, además de entregar una placa conmemorativa a la alcaldesa, dijo haber tenido muchas dificultades para encontrar información sobre el ilustre Juan Fernández, pero que la poca que le sirvió para hacer el trabajo que la llevó a ser seleccionada para participar en el expedición, la encontró en el archivo municipal de Cartagena.
La expedición
Los participantes en la cuarta edición de la Ruta Quetzal están haciendo un recorrido por los lugares emblemáticos por donde pasó Juan Fernández: Madrid, Castilla León, La Rioja, y embarcados en el buque Galicia Valencia, Málaga y Cádiz.
Tras esta primera parte de la expedición, en diciembre viajarán a Chile y al archipiélago Juan Fernández para rememorar la aventura del marinero escocés Alexander Selkirk, náufrago que inspiró el personaje de Robinsón Crusoe al novelista Daniel Dafoe al ser abandonado en la isla en 1704.
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