lunes, 6 de junio de 2011

LORCA/ Las inmobiliarias, desbordadas por la escasez de viviendas

Aseguran que hay hogares compartidos por 15 o 20 personas y proponen instalar casas prefabricadas

La Opinión
F. G. ­Las inmobiliarias lorquinas advierten del problema que se ha ocasionado ante la falta de viviendas en régimen de alquiler para poder realojar a las familias damnificadas. Estas empresas ya han ofrecido al Ayuntamiento las casas que tienen disponibles, unas 350, pero entienden que hacen falta muchas más, según explica el gerente de Inmobilorca, Pablo Barnés.

Las inmobiliarias aseguran sentirse desbordadas ante las continuas solicitudes que reciben cada día por parte de familias que se han quedado 
sin hogar y que piden una casa en alquiler. Tal es el caso, asegura Barnés, que muchas familias han optado por marcharse fuera de Lorca e irse a localidades cercanas como Puerto Lumbreras, donde han establecido su residencia provisional.

«Es un problema a corto plazo porque son muchos los edificios que han sido desalojados y la gente no tiene donde ir». La situación está provocando que vivan «15 o 20 personas en la misma casa, colocando colchones en el suelo», alega Barnés. Así, una solución que plantean las inmobiliarias es la instalación de viviendas prefabricadas, como se hizo tras el terremoto en Zarcilla de Ramos o en las inundaciones en el año 1973.

Barnés es optimista y afirma que «los edificios han soportado bien los terremotos y más de un 60% se van a poder rehabilitar». En cuanto a los altos precios que algunos propietarios piden a la hora de alquilar su casa, Barnés considera que esas afirmaciones «corresponden más bien al capítulo de rumorologías que a la pura realidad porque la gente se está comportando muy bien a la hora de ofrecer  sus viviendas, e incluso algunos la ofrecen a precios más bajos de lo habitual». Sin embargo, el empresario reconoce que lo que sí quieren «es asegurar el cobro antes de dejar su piso  a cualquiera».

Los contratos a la hora de alquilar una vivienda son imprescindibles, «pero luego el inquilino vive en la casa con siete más y los otros son realquilados y no tienen contrato, algo que ya excede de la responsabilidad de las inmobiliarias y que depende de la persona que realquila su casa y no del propietario». Otro problema que se plantea ahora, según Barnés, es que los realquilados «al no tener contrato, no tienen tampoco 
derechos, y ahora ven cómo la persona a la que alquilaron la vivienda ha desaparecido del mapa y son ellos los que tienen que hacer frente al problema».

No hay comentarios: