Condenan a diez años de prisión a un marroquí que mató a su compañero de piso porque le había acusado de robo
21.06.11 - 01:20 - Al jurado popular apenas le llevó ayer media hora ponerse de acuerdo sobre el veredicto de culpabilidad de Abderrahim Bahida. Este marroquí se lo puso fácil al admitir desde un principio que el de 9 de mayo de 2009 en Jumilla acabó con la vida de su compañero de piso clavándole un cuchillo. Pese a la amistad que, aseguró, existía entre ellos, Abderrahim no soportó que su compañero le denunciara por el robo de su coche y acabó con su vida de dos cuchilladas. Tras cometer el crimen, encaminó sus pasos hasta el cuartel de la Guardia Civil y se entregó. «Estaba en la puerta del cuartel y vi a un hombre que llegaba», explicó ayer una guardia civil. «Me dijo 'he sido yo' y me hizo el gesto para que le pusiera las esposas».
Con el reconocimiento de los hechos, el acusado permitió un acuerdo entre el Ministerio Fiscal y la defensa que rebajó su condena hasta diez años de prisión y el pago de 100.000 euros a la viuda y de 43.000 euros a cada uno de los cuatro hijos menores de la víctima. La labor del tribunal popular se redujo, por tanto, a un trámite. El de dar por probada la culpabilidad del acusado. Y lo hizo por unanimidad.
Minutos antes el propio Abderrahim había relatado en su declaración qué ocurrió la tarde de aquel 9 de mayo. «Vivíamos juntos desde hacía cuatro años y éramos amigos». Según explicó la fiscal, Abderrahim acudió al cuartel de la Guardia Civil con su compañero y éste le sorprendió denunciándole por el robo de su coche. El acusado aseguró que la víctima le debía 900 euros y que le molestó que le denunciara por cogerle el automóvil.
Tras salir del cuartel, Abderrahim se dirigió a una tienda de chinos y se hizo con un hacha y un cuchillo. Según explicó en una declaración anterior, pretendía reconciliarse con su amigo. «O se reconcilia conmigo, o lo mato». Tras dar con él, a través de un primo de la víctima, Abderrahim le instó a retirar la denuncia y ante la negativa de la víctima sacó un cuchillo y le asestó dos 'pinchazos'. El acusado aseguró ayer que en el momento del crimen estaba borracho y no recordaba nada. Ante la insistencia de la fiscal, que le recordó que no existían pruebas de su embriaguez, terminó reconociendo el crimen.
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