Una de las compañías de cruceros líderes en el mundo elige Cartagena para viajeros que buscan destinos poco conocidos y sin masificar
16.09.09 -
JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ CARTAGENA / La Verdad
16.09.09 -
JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ CARTAGENA / La Verdad
Quizás ni les hace falta ni quieren saber en qué día están, porque precisamente buscan evadirse al máximo en los dos campos de minigolf, las dos piscinas, las saunas, el casino, los espectáculos de música en directo en el bufé o el restaurante de treinta dólares la reserva. Pero, si antes de visitar la ciudad en la que toca escala, los 793 pasajeros quieren saber en qué día viven sólo tienen que mirar a sus pies mientras bajan el ascensor de una suerte de edificio flotante de ocho plantas. En el suelo, una alfombra roja les saca de dudas. En inglés, claro: hoy es Tuesday, martes. Cada día, el personal del buque cambia la alfombra. Muchos ni miran. Sólo disfrutan del Prinsendam, el crucero que durante unas horas atracó ayer en Cartagena y que La Verdad visitó ayer por invitación de la naviera Holland America.
La compañía, que tiene su sede en Estados Unidos pero emplea siempre bandera holandesa debido a su origen, ha puesto sus ojos en el Puerto de Cartagena y en la apuesta de la ciudad por el turismo de cruceros. Y no parece un hecho menor, ya que con 130 años de historia Holland America es una de las navieras más antiguas del mundo.
«El principio y el final de las rutas están siempre en ciudades con aeropuerto que tienen vuelos transtlánticos, porque de los trece millones de cruceristas por año en el mundo, nueve son de Estados Unidos y Canadá y uno de Australia. Lo que marca la diferencia son las escalas, y Holland America apuesta por un tipo de cliente experimentado que busca puertos como Cartagena, menos conocidos, no masificados y con un atractivo histórico y cultural», comenta Jesús Armengol, jefe de ventas de Un Mundo de Cruceros, representante de la naviera en España.
Catorce días, 2.000 euros
La bahía cartagenera se adapta a la perfección, según Armengol, a un tipo de barco mediano o «explorador» como éste, de 38.000 toneladas, frente a otros mastodónticos de 80.000 toneladas y más de 3.000 viajeros de capacidad.
«En Dubrovnik [Croacia], en un mismo día pueden atracar tres cruceros con 3.000 pasajeros cada uno y hay veces que no se puede andar por la calle. El tipo de pasajero para el que está pensado este crucero busca destinos más agradables y que aún les pueda sorprender», explica Armengol.
En todo caso, en Un mundo de cruceros advierten de que el Prinsendam no es un crucero de lujo, sino cinco estrellas. Y que prima «lo confortable a la espectacularidad exterior de cruceros pensados para quien viaja por primera vez o los que tienen hasta rocódromo y bolera». Los precios son «muy buenos en relación con la calidad», en palabras del delegado para la Comunidad Valencia y la Región de Murcia, Carlos Bañó.
Cartagena es aún un destino incluido en rutas de coste medio-bajo, lo que es un aliciente añadido para los cruceristas.
En todo caso, los organizadores de la visita subrayan que contratar un crucero ya no es necesariamente comprar un artículo de lujo: los precios se han abaratado mucho.
Además, como aspecto clave del Prinsendam destacan la comodidad y la calidad en la atención, medida en términos de relación entre pasajeros y tripulación. «Aquí la tripulación es de unas cuatrocientas personas. El ratio es de un tripulante por cada dos pasajeros, frente al habitual de uno por cada tres», señala Armengol.
El Prinsendam, construido en 1988 y reformado después, partió de Londres-Greenwich a través del río Támesis. Tras Cartagena, seguirá por el Mediterráneo hacia Roma y las islas griegas. ¿Por cuánto salen los catorce días de evasión a bordo? Por unos 2.000 euros.
La compañía, que tiene su sede en Estados Unidos pero emplea siempre bandera holandesa debido a su origen, ha puesto sus ojos en el Puerto de Cartagena y en la apuesta de la ciudad por el turismo de cruceros. Y no parece un hecho menor, ya que con 130 años de historia Holland America es una de las navieras más antiguas del mundo.
«El principio y el final de las rutas están siempre en ciudades con aeropuerto que tienen vuelos transtlánticos, porque de los trece millones de cruceristas por año en el mundo, nueve son de Estados Unidos y Canadá y uno de Australia. Lo que marca la diferencia son las escalas, y Holland America apuesta por un tipo de cliente experimentado que busca puertos como Cartagena, menos conocidos, no masificados y con un atractivo histórico y cultural», comenta Jesús Armengol, jefe de ventas de Un Mundo de Cruceros, representante de la naviera en España.
Catorce días, 2.000 euros
La bahía cartagenera se adapta a la perfección, según Armengol, a un tipo de barco mediano o «explorador» como éste, de 38.000 toneladas, frente a otros mastodónticos de 80.000 toneladas y más de 3.000 viajeros de capacidad.
«En Dubrovnik [Croacia], en un mismo día pueden atracar tres cruceros con 3.000 pasajeros cada uno y hay veces que no se puede andar por la calle. El tipo de pasajero para el que está pensado este crucero busca destinos más agradables y que aún les pueda sorprender», explica Armengol.
En todo caso, en Un mundo de cruceros advierten de que el Prinsendam no es un crucero de lujo, sino cinco estrellas. Y que prima «lo confortable a la espectacularidad exterior de cruceros pensados para quien viaja por primera vez o los que tienen hasta rocódromo y bolera». Los precios son «muy buenos en relación con la calidad», en palabras del delegado para la Comunidad Valencia y la Región de Murcia, Carlos Bañó.
Cartagena es aún un destino incluido en rutas de coste medio-bajo, lo que es un aliciente añadido para los cruceristas.
En todo caso, los organizadores de la visita subrayan que contratar un crucero ya no es necesariamente comprar un artículo de lujo: los precios se han abaratado mucho.
Además, como aspecto clave del Prinsendam destacan la comodidad y la calidad en la atención, medida en términos de relación entre pasajeros y tripulación. «Aquí la tripulación es de unas cuatrocientas personas. El ratio es de un tripulante por cada dos pasajeros, frente al habitual de uno por cada tres», señala Armengol.
El Prinsendam, construido en 1988 y reformado después, partió de Londres-Greenwich a través del río Támesis. Tras Cartagena, seguirá por el Mediterráneo hacia Roma y las islas griegas. ¿Por cuánto salen los catorce días de evasión a bordo? Por unos 2.000 euros.
UN CRUCERO 5 ESTRELLAS
El buqueNombre: Prinsendam
Naviera: Holland America
Bandera: Holandesa
Antigüedad: 1988
Pasajeros: 793
Tripulación: Cerca de 400
Toneladas: 38.000
Eslora: 205 metros
Manga (anchura): 32 metros
Velocidad: 22 nudos
Camarotes: 389.
Idioma: Inglés, pero hay traductores de español.
Servicios: Restaurantes, piscinas, campos de minigolf, terraza con tumbonas, sala de biblioteca e internet, casino, teatro, sala de artes culinarias, balneario o gimnasio.
El viaje
Ruta: Londres, Cartagena, Roma y las islas griegas, entre otras escalas.
Duración: Catorce días.
Precio: Unos 2.000 euros.
Más información
Holland America Line: En la web ww.hollandamerica.es
Un mundo de cruceros: En la web www.unmundodecruceros.com
Holland America muestra el buque 'Prinsendam', con 793 pasajeros a bordo
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