La ex secretaria de Asuntos Sociales y pregonera de las fiestas de Ojós cree que la protección de la zona y su futuro está ahora en manos de los jóvenes
23.08.09 -
JESÚS YELO ABARÁN/ la Verdad
Alejada oficialmente de la vida política, no así de la pública, y fiel a su cita anual durante el verano, Amalia Gómez Gómez (Abarán, 1943) descansa unos días en su casa de la calle San Damián, donde avanzar en su nueva novela histórica y en la preparación del pregón de las fiestas de Ojós que pronunció ayer en el centro cultural. De hecho, ha apagado su móvil durante varios días, pero ha tenido un hueco para atender a La Verdad.
Tras reconocer que «una de las alegrías más grandes de mi vida fue cuando Bartolomé Bermejo me comunicó que iba a ser nombrada Hija Adoptiva de Ojós, que lo fui en septiembre de 2001», Gómez retoma su amor por el Valle de Ricote situándose hace más de diez años: «Nos fijamos como metas el trabajo en comunidad, la búsqueda de un modelo de desarrollo sostenible y acuerdos que no destruyeran el paisaje, porque el valle estaba y está por descubrir».
La que fuera secretaria general de Asuntos Sociales (1996-2000) en el primer gobierno de Aznar, recuerda la labor de los alcaldes Jesús Miñano, Ernesto Carrillo, José Luís López, Rafael Laorden, Basilio Gómez, Manuel Marcos y Bartolomé Bermejo, «que no miraban colores sino causas», y rememora el apoyo que «logré del presidente Valcárcel y de los consejeros Ruiz Abellán y Juan Antonio Mejías, así como de Tomás Zamora y Carlos Egea». Y evoca el que «pudo ser el Parque Temático del Agua, que se iniciaría en las Norias de Abarán y culminaría en el balneario de Archena».
Pero el deterioro del Valle de Ricote no se ha llevado a cabo según Amalia Gómez, por el «personalismo de los responsables de los pueblos que no se ponen de acuerdo y anteponen proyectos propios pequeños de su pueblo a programas más amplios y a no otorgarle mayor protagonismo a la sociedad civil».
Para Gómez «se han dejado de hacer cosas porque las corporaciones locales no trabajan desde una visión conjunta y solidaria, pese a que el apoyo institucional sigue existiendo y aún me acuerdo las palabras de Juan Antonio Mejías, que me decía que había que poner una campanica de cristal para que nadie tocara el Valle de Ricote». Pero Amalia Gómez tiene la esperanza «en que la juventud sea capaz de ponerse de acuerdo para mantener este entorno privilegiado y o nos salvamos, o nos despoblamos».
Presidenta de Cruz Roja
En su faceta de escritora, Gómez está inmersa en su nuevo trabajo literario, «una novela histórica que la llevo muy avanzada sobre un personaje femenino distinto al de Doña Urraca y que verá la luz pública en la primavera de 2010».
Comprometida con la sociedad, preside la Cruz Roja de Sevilla con 8.000 voluntarios y 11.000 socios a su cargo. «Ha sido un regalo para mi jubilación, trabajar en las cosas en las que creo y donde las personas no te dicen de donde vienes, al contrario vamos todas juntas y a donde nos necesitan junto a Protección Civil, Guardia Civil, Policía Local y el Ejército».
23.08.09 -
JESÚS YELO ABARÁN/ la Verdad
Alejada oficialmente de la vida política, no así de la pública, y fiel a su cita anual durante el verano, Amalia Gómez Gómez (Abarán, 1943) descansa unos días en su casa de la calle San Damián, donde avanzar en su nueva novela histórica y en la preparación del pregón de las fiestas de Ojós que pronunció ayer en el centro cultural. De hecho, ha apagado su móvil durante varios días, pero ha tenido un hueco para atender a La Verdad.
Tras reconocer que «una de las alegrías más grandes de mi vida fue cuando Bartolomé Bermejo me comunicó que iba a ser nombrada Hija Adoptiva de Ojós, que lo fui en septiembre de 2001», Gómez retoma su amor por el Valle de Ricote situándose hace más de diez años: «Nos fijamos como metas el trabajo en comunidad, la búsqueda de un modelo de desarrollo sostenible y acuerdos que no destruyeran el paisaje, porque el valle estaba y está por descubrir».
La que fuera secretaria general de Asuntos Sociales (1996-2000) en el primer gobierno de Aznar, recuerda la labor de los alcaldes Jesús Miñano, Ernesto Carrillo, José Luís López, Rafael Laorden, Basilio Gómez, Manuel Marcos y Bartolomé Bermejo, «que no miraban colores sino causas», y rememora el apoyo que «logré del presidente Valcárcel y de los consejeros Ruiz Abellán y Juan Antonio Mejías, así como de Tomás Zamora y Carlos Egea». Y evoca el que «pudo ser el Parque Temático del Agua, que se iniciaría en las Norias de Abarán y culminaría en el balneario de Archena».
Pero el deterioro del Valle de Ricote no se ha llevado a cabo según Amalia Gómez, por el «personalismo de los responsables de los pueblos que no se ponen de acuerdo y anteponen proyectos propios pequeños de su pueblo a programas más amplios y a no otorgarle mayor protagonismo a la sociedad civil».
Para Gómez «se han dejado de hacer cosas porque las corporaciones locales no trabajan desde una visión conjunta y solidaria, pese a que el apoyo institucional sigue existiendo y aún me acuerdo las palabras de Juan Antonio Mejías, que me decía que había que poner una campanica de cristal para que nadie tocara el Valle de Ricote». Pero Amalia Gómez tiene la esperanza «en que la juventud sea capaz de ponerse de acuerdo para mantener este entorno privilegiado y o nos salvamos, o nos despoblamos».
Presidenta de Cruz Roja
En su faceta de escritora, Gómez está inmersa en su nuevo trabajo literario, «una novela histórica que la llevo muy avanzada sobre un personaje femenino distinto al de Doña Urraca y que verá la luz pública en la primavera de 2010».
Comprometida con la sociedad, preside la Cruz Roja de Sevilla con 8.000 voluntarios y 11.000 socios a su cargo. «Ha sido un regalo para mi jubilación, trabajar en las cosas en las que creo y donde las personas no te dicen de donde vienes, al contrario vamos todas juntas y a donde nos necesitan junto a Protección Civil, Guardia Civil, Policía Local y el Ejército».
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