CARM
Los trabajos adecuarán las conexiones entre Monteagudo, Casillas y Llano de Brujas, y supondrá la construcción de aceras, pasos de peatones y vados que faciliten la accesibilidad peatonal
El proyecto prevé transplantar los árboles de grandes dimensiones que hay situados a ambos lados de la carretera para minimizar el impacto medioambiental de la obra
La Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, a través de la Dirección General de Transportes y Carreteras, ha licitado las obras de acondicionamiento de la carretera RM-F8, que une las pedanías murcianas de Monteagudo y Casillas, con un presupuesto de 295.327 euros.
Este proyecto incluye, entre otras actuaciones, la mejora de las áreas de parada de los autobuses, así como la renovación de las salidas de aguas mediante alcantarillados conectados a las diferentes acequias existentes para facilitar su drenaje, actuaciones que también se desarrollan en otros puntos de la Red de Carreteras de la Comunidad.
Las obras se ejecutarán sobre el tramo inicial de la carretera que afecta a Casillas, Llano de Brujas y Monteagudo. Se trata de una carretera muy transitada por los habitantes de estas localidades, que llega a registrar un tráfico mayor a los 7.000 vehículos al día, el 10 por ciento de ellos pesados.
Según explicó el director general, José Guijarro, “las obras que se realizarán sobre esta carretera una vez finalice el expediente de contratación, mejorarán la accesibilidad peatonal a las urbanizaciones de la zona, al establecer nuevas aceras desde el barrio de la Cueva, en Monteagudo, hasta la Cruz de Casillas, y proyectar pasos de peatones y vados para facilitar el acceso de los vehículos a algunos núcleos de viviendas existentes a ambos lados de la carretera”.
Además, está previsto el transplante de árboles de grandes dimensiones situados a ambos lados de la carretera, por lo que, “este proyecto permitirá mejorar de forma notable la seguridad de los peatones, en las pedanías de Monteagudo, Llano de Brujas y Casillas, al tiempo que se vela por minimizar al máximo el impacto ambiental de la obra”, concluyó Guijarro.
Los trabajos adecuarán las conexiones entre Monteagudo, Casillas y Llano de Brujas, y supondrá la construcción de aceras, pasos de peatones y vados que faciliten la accesibilidad peatonal
El proyecto prevé transplantar los árboles de grandes dimensiones que hay situados a ambos lados de la carretera para minimizar el impacto medioambiental de la obra
La Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, a través de la Dirección General de Transportes y Carreteras, ha licitado las obras de acondicionamiento de la carretera RM-F8, que une las pedanías murcianas de Monteagudo y Casillas, con un presupuesto de 295.327 euros.
Este proyecto incluye, entre otras actuaciones, la mejora de las áreas de parada de los autobuses, así como la renovación de las salidas de aguas mediante alcantarillados conectados a las diferentes acequias existentes para facilitar su drenaje, actuaciones que también se desarrollan en otros puntos de la Red de Carreteras de la Comunidad.
Las obras se ejecutarán sobre el tramo inicial de la carretera que afecta a Casillas, Llano de Brujas y Monteagudo. Se trata de una carretera muy transitada por los habitantes de estas localidades, que llega a registrar un tráfico mayor a los 7.000 vehículos al día, el 10 por ciento de ellos pesados.
Según explicó el director general, José Guijarro, “las obras que se realizarán sobre esta carretera una vez finalice el expediente de contratación, mejorarán la accesibilidad peatonal a las urbanizaciones de la zona, al establecer nuevas aceras desde el barrio de la Cueva, en Monteagudo, hasta la Cruz de Casillas, y proyectar pasos de peatones y vados para facilitar el acceso de los vehículos a algunos núcleos de viviendas existentes a ambos lados de la carretera”.
Además, está previsto el transplante de árboles de grandes dimensiones situados a ambos lados de la carretera, por lo que, “este proyecto permitirá mejorar de forma notable la seguridad de los peatones, en las pedanías de Monteagudo, Llano de Brujas y Casillas, al tiempo que se vela por minimizar al máximo el impacto ambiental de la obra”, concluyó Guijarro.
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