La Verdad
La tradición manda y ayer, el día después de la multitudinaria Cabalgata del Vino, decenas de camisetas mojadas con el zumo de la vid aparecieron colgadas de semáforos, farolas y cables telefónicos y eléctricos. Pese a que el Ayuntamiento llegó a retirar el alumbrado de la feria para tratar de evitar esta peligrosa práctica, los más jóvenes han vuelto a poner así punto y final al gran día de las fiestas jumillanas, que ayer echaron el cierre con una bervena y un gran castillo de fuegos artificiales.
Desde primera hora de la mañana, operarios municipales han trabajado para la retirada de las camisetas, lanzadas durante toda la tarde y noche del sábado por los miles de jóvenes que asistieron a la Gran Cabalgata del Vino, en la que tomaron parte una veintena de peñas, integradas por alrededor de 2.000 personas, que, ataviadas con el traje típico jumillano, repartieron, durante las más de dos horas de desfile, unos 40.000 litros de vino, por supuesto de la Denominación de Origen Jumilla.
La tradición manda y ayer, el día después de la multitudinaria Cabalgata del Vino, decenas de camisetas mojadas con el zumo de la vid aparecieron colgadas de semáforos, farolas y cables telefónicos y eléctricos. Pese a que el Ayuntamiento llegó a retirar el alumbrado de la feria para tratar de evitar esta peligrosa práctica, los más jóvenes han vuelto a poner así punto y final al gran día de las fiestas jumillanas, que ayer echaron el cierre con una bervena y un gran castillo de fuegos artificiales.
Desde primera hora de la mañana, operarios municipales han trabajado para la retirada de las camisetas, lanzadas durante toda la tarde y noche del sábado por los miles de jóvenes que asistieron a la Gran Cabalgata del Vino, en la que tomaron parte una veintena de peñas, integradas por alrededor de 2.000 personas, que, ataviadas con el traje típico jumillano, repartieron, durante las más de dos horas de desfile, unos 40.000 litros de vino, por supuesto de la Denominación de Origen Jumilla.
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