La joven presuntamente agredida por su pareja, a la que conoció por Internet, asegura que llegó a temer por su vida
16.07.09 - 17:45 -
EFE MURCIA/ La Verdad
Pietro P., natural de Palermo (Italia), juzgado hoy en la Audiencia Provincial de Murcia acusado de lesionar y detener ilegalmente a una amiga a la que había conocido por Internet, se declaró inocente, mientras que la víctima aseguró que "llegué a temer por mi vida".
Durante la vista oral, el acusado, que se enfrenta a solicitudes de condena que suman más de trece años de cárcel, negó haberla golpeado y añadió que "desconozco el origen de las lesiones que sufrió".
Pietro P. negó asimismo haberla insultado o amenazado con un cuchillo de cocina y señaló que "en mi vida he pegado a una mujer".
Por su parte, la víctima de estos hechos, A.B., relató a preguntas del fiscal los hechos juzgados hoy, ocurridos el 16 de febrero de este año en la pedanía murciana de Sangonera la Verde.
Manifestó al tribunal que unos días atrás había iniciado una convivencia en su vivienda con el acusado, al que conoció a través de Internet en septiembre del año 2008, "pero como la relación no funcionaba, le invité a que abandonara la casa".
Señaló también al prestar declaración como testigo que uno de los motivos por lo que le invitó a marcharse era que un día lo había visto masturbarse ante una pantalla del ordenador con imágenes de sexo.
Añadió que el acusado le exigió el pin de su tarjeta de crédito, y que le dio un número falso, "y me amordazó con un precinto y me ató los pies y las manos, además de sujetarme éstas al cabecero de la cama".
Mientras que el acusado, siempre según el relato de la denunciante, salió a la calle para hacer uso de la tarjeta, ella logró desasirse de las ataduras y abandonar la vivienda para pedir auxilio a los vecinos de la zona.
Cuando se dirigía hacia la iglesia, se encontró con el acusado, quien no había podido hacer uso de la tarjeta y que pretendió que volviera a la casa, "a lo que me negué, ofreciendo la máxima resistencia y con gritos pidiendo auxilio".
A.B. finalizó su relato con referencia a los tratamientos psicológicos y psiquiátricos que se ha visto obligada a seguir como consecuencia de estos hechos.
El fiscal ha pedido penas que suman 13 años y 9 meses de prisión por los delitos de maltrato familiar, robo con violencia en grado de tentativa, detención ilegal y lesiones.
16.07.09 - 17:45 -
EFE MURCIA/ La Verdad
Pietro P., natural de Palermo (Italia), juzgado hoy en la Audiencia Provincial de Murcia acusado de lesionar y detener ilegalmente a una amiga a la que había conocido por Internet, se declaró inocente, mientras que la víctima aseguró que "llegué a temer por mi vida".
Durante la vista oral, el acusado, que se enfrenta a solicitudes de condena que suman más de trece años de cárcel, negó haberla golpeado y añadió que "desconozco el origen de las lesiones que sufrió".
Pietro P. negó asimismo haberla insultado o amenazado con un cuchillo de cocina y señaló que "en mi vida he pegado a una mujer".
Por su parte, la víctima de estos hechos, A.B., relató a preguntas del fiscal los hechos juzgados hoy, ocurridos el 16 de febrero de este año en la pedanía murciana de Sangonera la Verde.
Manifestó al tribunal que unos días atrás había iniciado una convivencia en su vivienda con el acusado, al que conoció a través de Internet en septiembre del año 2008, "pero como la relación no funcionaba, le invité a que abandonara la casa".
Señaló también al prestar declaración como testigo que uno de los motivos por lo que le invitó a marcharse era que un día lo había visto masturbarse ante una pantalla del ordenador con imágenes de sexo.
Añadió que el acusado le exigió el pin de su tarjeta de crédito, y que le dio un número falso, "y me amordazó con un precinto y me ató los pies y las manos, además de sujetarme éstas al cabecero de la cama".
Mientras que el acusado, siempre según el relato de la denunciante, salió a la calle para hacer uso de la tarjeta, ella logró desasirse de las ataduras y abandonar la vivienda para pedir auxilio a los vecinos de la zona.
Cuando se dirigía hacia la iglesia, se encontró con el acusado, quien no había podido hacer uso de la tarjeta y que pretendió que volviera a la casa, "a lo que me negué, ofreciendo la máxima resistencia y con gritos pidiendo auxilio".
A.B. finalizó su relato con referencia a los tratamientos psicológicos y psiquiátricos que se ha visto obligada a seguir como consecuencia de estos hechos.
El fiscal ha pedido penas que suman 13 años y 9 meses de prisión por los delitos de maltrato familiar, robo con violencia en grado de tentativa, detención ilegal y lesiones.
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