CIEZA/ El Madroñal lanza un SOS

El árbol que da nombre a la zona, que tiene más de cuatro siglos de antigüedad, podría secarse tras dejar de recibir agua de la fuente que lo ha mantenido vivo
La Opinión
CLAUDIO CABALLERO El estudio 'Árboles y leyendas vivas' incluyó el año pasado en su catálogo de árboles singulares de España el madroño de El Madroñal, en el término municipal de Cieza, un ejemplar de 400 años de antigüedad que puede ser visto a unos 100 metros sendero abajo desde la antigua balsa que regaba esta finca.
Con más de cinco metros de altura y un diámetro aproximado de unos 10 metros, el árbol ha convivido con los ciezanos desde casi la época andalusí. De hecho, la historia cuenta que el árbol servía para dar sombra a los agricultores árabes de la antigua Medina Siyâsa.
Lo que ha hecho que el madroño pueda sobrevivir en los últimos 50 años, cuando las precipitaciones se han reducido considerablemente, son las aguas de la fuente que precisamente lleva su nombre, que nace a unos 800 metros de altura cerca del paraje conocido como El Refugio.
Hace más de 50 años, los propietarios de finca del Madroñal canalizaron estas aguas, desplegando un tubo que unía el nacimiento de la fuente con una balsa, construida más abajo, que hasta hace un par de años servía para regar, pero también para que los más osados se bañaran en verano. El lugar se convirtió en un lugar de recreo en el que, además, eran muchos ciezanos los que iban a llenar grandes bombonas de agua para uso doméstico, dadas las propiedades de este agua natural.
Sin embargo, el paraje del Madroñal ha dejado de recibir las aguas de la fuente y no precisamente porque se haya secado, sino porque ha sido cortada la canalización construida en los años 60.
Joaquín Gómez Camacho, más conocido como 'Guillermo del Madroñal', que cuidó e hizo de 'mediero' en estas tierras de la Sierra del Oro en un oficio que heredó de sus antepasados, lamenta profundamente que se haya llegado a esta situación y que el paraje del Madroñal se haya quedado sin agua. Con una prodigiosa memoria, Guillermo cuenta que en los años 60, el mismo rebuscó por toda la Región hasta dar con una tienda de Murcia, en la que adquirió 200 metros de tubo de hierro. Con la ayuda de dos operarios, construyó un acueducto para llevar el agua de la fuente hasta estas tierras.
Joaquín Gómez, que desconoce quienes son los dueños actuales de la finca, ha alzado la voz para que las autoridades eviten que el madroño del Madroñal muera de sed.