J. Yelo/ La Verdad
Más de ciento cincuenta personas, entre familiares, amigos y corporación al completo, se dieron cita en el centro cultural de Ulea para rendir un emotivo homenaje que el Ayuntamiento tributó a Damián Abellán Cascales (Ulea, 1934). Tras una proyección de un vídeo con fotos del homenajeado el cronista oficial, Joaquín Carrillo, actuó de maestro de ceremonias para glosar la figura de «una de las personas más relevantes de la historia de Ulea, por su bondad y esfuerzo en llevar el nombre del municipio por todo el mundo», afirmó el alcalde, Víctor López.
Cuarto de una familia de once hermanos, Damián Abellán fue primero empleado y director de la Caja de Ahorros del Sureste de España, en 1955, pero años más tarde tomó la decisión de ingresar en el Seminario de Murcia para efectuar los estudios de sacerdote, siendo ordenado el 22 de julio de 1967 por el obispo Monseñor Lecuona en la plaza de Ulea.
Agricultor alegre, dinámico, sencillo y humano, el cronista recordó a los presentes que «el nombre de Damián circuló con insistencia como candidato para ser obispo, pero no fue una persona de apetencias ostentosas». Su tarea sacerdotal, que se prolongó durante cuarenta años, se inició en la parroquia de Santa María de Gracia de Cartagena y prosiguió por el seminario de Granada, donde se licenció en Teología, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Molina de Segura, el Seminario Mayor de San Fulgencio, donde fue director espiritual -cargo compartido que aún ostenta desde su jubilación oficial-, canónigo penitenciario de la Santa Iglesia Catedral de Murcia y capellán de las monjas Benedictinas del Monasterio de la Fuensanta.
El alcalde de Ulea, Víctor López Abenza, que se mostró orgulloso de presidir este evento, anunció que «estos actos de reconocimiento a personas queridas no cesarán año tras año». En medio de una sentida ovación, le hizo entrega a Damián Abellán del escudo de Ulea.
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