Presentan dos proyectos a la Confederación y a Agricultura para tratar de recuperar el molino, los acueductos y las acequias
El río Chícamo es una de la mayores fuentes de riqueza medioambiental de Abanilla, y la Comunidad de Regantes de la Huerta de Abajo y Sahués lo sabe. Por eso se han unido y han centrado sus esfuerzos en buscar financiación con los que sacar adelante dos ambiciosos proyectos que persiguen recuperar el patrimonio histórico y natural que atesora el entorno del Chícamo.
De momento ya cuentan con el apoyo de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), que ha confirmado una subvención de 625.000 euros para esta comunidad de regantes. Ayer celebraron una asamblea en el Auditorio Municipal para informar de la noticia a los regantes. «El dinero se va a destinar a eliminar cañas y especies invasoras del río, solo quedarán las autóctonas. El nacimiento del Chícamo tiene un aspecto deprimente», reconoce el vicepresidente de la Huerta de Abajo y Sahués, José María López. Los trabajos se extenderán desde el nacimiento, cerca de la pedanía de Macisvenda, hasta La Umbría.
«Se van a crear dos balsas naturales, donde será posible el baño. También se encauzará el curso del río y se drenarán los dos azudes. Creemos que esto podría aumentar el caudal», según López. Este proyecto de la CHS va unido a otro mucho más ambicioso, aprobado en junio por los regantes, para recuperar el patrimonio heredado: el molino, sus cinco acueductos, las acequias y la 'Casa de los Ojos'. «El molino está en el nacimiento del Chícamo y queremos habilitarlo para instalar en él un Centro de Interpretación de la Naturaleza».
Para ello, la comunidad de regantes abanillera cuenta con un equipo de técnicos y arquitectos que han redactado el Proyecto de Recuperación del Patrimonio del Chícamo. La idea es ejecutarlo a través del programa de la Unión Europea Enfoque Leader para la conservación, mejora y fomento de las actividades turísticas. «En breve presentaremos el proyecto a la Consejería de Agricultura y Agua para hacernos con esta convocatoria de ayudas europeas».
De lograr financiación, prevén hacer que el molino vuelva a funcionar con fines educativos, así como señalizar parte del descenso del río con una ruta senderista, y restaurar el sistema ancestral de riego que envía agua a los regantes de Mahoya y Sahués. «El río Chícamo y la acequia son la columna vertebral de esta comunidad de regantes».
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