La plataforma Vertivega advierte de que uno de los vasos del vertedero de Fenoll emana líquido y lleva el caso al Seprona
30.12.12 - 00:49 -
JOAQUÍN ANDREU | ORIHUELA./ La Verdad
Ecologistas en Acción y la plataforma ciudadana Vertivega han cerrado el año de protestas y acciones contra el vertedero que el industrial Ángel Fenoll tiene entre los términos municipales de Orihuela y Abanilla con una nueva denuncia por «vertidos contaminantes» contra la planta de Proambiente.
Los ecologistas y componentes de la plataforma vecinal protagonizaron ayer por la mañana la II Ruta de la Basura. Una excursión hacia el paraje natural que colinda con uno de los vasos de la planta de residuos sólidos, para mostrar 'in situ' su nuevo hallazgo: «un vertido contaminante» que emana desde el límite del vertedero y que aflora en forma de lixiviados hacia un paraje natural.
Para mostrar, a pie de vertido, la presunta afección a esta zona de monte de la Sierra de Abanilla, organizaron una marcha que partió a primera hora de la mañana desde la pedanía oriolana de La Murada en dirección hacia el barrio de Los Carrillos, para, desde allí, justo en el límite con la Región de Murcia, partir a pie en una marcha hasta el foco desde donde presuntamente sale un riachuelo de productos contaminantes, fruto de la descomposición de las miles de toneladas que aloja la planta de Fenoll.
A la iniciativa reivindicativa acudieron casi un centenar de personas, que se tomaron el último fin de semana del año como una jornada de protesta ante lo que consideran «un nuevo atropello» de la empresa contra el medio ambiente. Una vez dejados los vehículos en el barrio muradeño, partieron hacia la base de uno de los vasos de la planta, por un paraje plagado de huertos, invernaderos y monte bajo. Con las miras puestas en la cima de El Agudo, que vigila la Vega Baja desde el límite regional, empezaron a sortear terreno angosto entre bancales de almendros y olivos, en un itinerario que demostró que la confusión de límites fronterizos es la tónica dominante.
Después de remontar una carretera que sirve de entrada por la vertiente murciana a la planta, la primera de las sorpresas de la jornada no tardó en llegar. El acceso hacia el presunto vertido de lixiviados que detectaron el pasado verano quedaba muy cerca de la verja de paso a Proambiente, y el tránsito de camiones de salida desde la planta era un goteo incesante, lo que valió a los chóferes más de un improperio por parte de los participantes. Camiones de gran y mediano tonelaje acababan de dejar las basura recogida la noche anterior y regresaban, mientras los ecologistas avanzaban en su objetivo, llegar al punto inicial del vertido y desplegar una pancarta denunciando el hecho.
Según Demetrio Poveda, secretario de Vertivega, el presunto vertido lo descubrieron por casualidad en una excursión a finales del verano, en una de las rondas de control que hacen para comprobar el estado de las instalaciones, cuando en una avenida de agua natural detectaron líquido similar al encontrado en otras fincas ya denunciadas por la plataforma. Extrajeron muestras y las mandaron analizar para confirmar sus sospechas de materias contaminantes, ante lo que dieron aviso al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), que levantó acta, recuerda. Poveda describe el líquido como «pestilente y de un dedo de espesura» en lo que dice es «una tropelía más de esta empresa con el entorno». Así, dice que desde la mercantil han sido conscientes de las filtraciones «porque de otra forma no se entiende cómo se ha camuflado el reguero con matas de esparto, para que pase lo más desapercibido posible». Esta circunstancia le hace afirmar que se trata de «una clara intención de camuflar otro vertido contaminante más, con la premeditación del que sabe que actúa de forma ilegal». Ahora Vertivega espera que el Seprona y sus análisis sirvan como otra muestra más de que «la actividad de Proambiente debe cesar cuanto antes porque el daño medioambiental es cada vez mayor».
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