El exportavoz socialista, que fue erróneamente identificado en esta presunta trama de corrupción, anuncia que tomará medidas legales
20.10.12 - 01:20 -
El exportavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Abanilla, José Antonio Cutillas Rocamora, ha anunciado que tomará medidas legales por su su imputación en el 'caso Brugal' que, como ya se ha demostrado, se debió a un error policial. Además, Cutillas pone en duda que el culpable de esta falsa implicación haya que buscarlo en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. «No sé si fue un error policial o mala intención política, porque se perfilaba que podía ser el candidato del PSOE para el Ayuntamiento de Abanilla».
El auto del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Cieza señala que la Unidad de Delincuencia Económica de la Policía Nacional de Alicante identificó a Cutillas como uno de los intervinientes en una conversación grabada con el empresario Ángel Fenoll y que, en ese momento, ya lo señalaba como un miembro del PSOE abanillero, pero reconoce que no se indicaron los motivos de esa identificación. En esa resolución, que acuerda el sobreseimiento libre del expolítico socialista, se explica que su imputación se debió a un «error de identificación». La aclaración llegó con la declaración del exconcejal del PSOE José Antonio Rocamora Perea, en la que éste reconocía varias reuniones con Fenoll en el seno de una delegación del PSOE de Abanilla y asumía que había podido existir una confusión entre él y Cutillas a tenor del apellido que comparten.
Después de dos años de 'purgatorio' judicial, José Antonio Cutillas afirma que «por fin se ha hecho justicia» y anuncia que iniciará acciones legales por este asunto. «Voy a luchar para depurar responsabilidades, porque con pedir disculpas, solamente no me vale». Cutillas explica que su 'calvario' de estos años se acentuó porque «mi madre murió en agosto sin saber que me habían sacado de la causa, que es lo que más me ha dolido».
También, Cutillas Rocamora, médico de profesión, se queja de que «nadie me hacía caso y tuve que poner una sábana en mi fachada diciendo que no tenía nada que ver con eso y avergonzado apenas podía salir de casa».
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